TEMPORADA 2025

Los gestos que ‘cuaja’ Roca Rey por sus diez años de alternativa


sábado 14 junio, 2025

Andrés ha decidido reducir el número de paseíllos que trenzará en este 2025, año en el que celebra su décimo aniversario de alternativa, una temporada en la que apuesta por la apertura de carteles y por incluir algún hierro que se sale del habitual, además de encerrarse para coronar la efeméride.

Roca Rey
Roca Rey abraza los obsequios del público en la pasada Feria de Abril. © Eduardo Porcuna

El peruano Andrés Roca Rey quiere que su décimo aniversario de alternativa no sea solo un hito personal, sino una verdadera declaración de principios en esta temporada 2025, tan importante para él por todo lo que representa. El diestro limeño ha preparado una serie de gestos que reflejan tanto su compromiso con la afición como su intención de reivindicar el fondo y la forma del toreo actual. El epicentro de esta celebración será su país natal, donde conmemorará la efeméride en la Feria del Señor de los Milagros, en Lima, con una cita ante seis toros que se anticipa como histórica.

Más allá del marco simbólico de su plaza y su ciudad, Andrés ha dejado huella este año en cosos clave, con decisiones que evidencian una apuesta firme por un futuro estrechamente ligado a su figura. Uno de los gestos más comentados ha sido su inclusión de la ganadería de Victorino Martín en la Feria de Santander, donde se anuncia en un cartel de máxima exigencia con un hierro de leyenda. Una elección que busca no solo el reto personal, sino también el reencuentro con un tipo de toro que ha marcado la historia reciente de la tauromaquia, y con el que ya se midió en plazas como Sevilla o Valladolid la pasada temporada -en esta última no pudo comparecer por lesión-.

Otro de los guiños de esta campaña ha sido su voluntad de abrir carteles y compartir paseíllos con jóvenes promesas. En Sevilla toreó junto a David de Miranda —torero que descerrajó la Puerta del Príncipe—; en Madrid, hizo lo propio arropando a Rafa Serna —confirmante que ese día paseó una oreja del sexto animal de El Torero—, amén de Valencia y Córdoba, plazas donde fue testigo de la alternativa de Alejandro Chicharro y Manuel Román. Cuatro nombres, cuatro ejemplos de toreros emergentes que han sabido aprovechar la oportunidad brindada por Pagés, Plaza 1 Espacios Nautalia 360 y Lances de Futuro.

Roca Rey
Roca Rey se abraza a uno de sus picadores. © Eduardo Porcuna

Pero ahí no queda la cosa. En Teruel compartirá cartel con Fernando Adrián y Borja Jiménez, dos de los toreros del momento, y en Santander hará lo propio con Jarocho, matador de toros que el pasado año salió en volandas de la primera plaza del mundo como novillero. Una política de apertura que rompe con ciertas inercias del sistema y que ha sido muy bien acogida por una afición que hace tiempo apostó por toreros con un concepto definido y valiente del toreo. Un camino que, por otro lado, es el que debe seguir como máxima figura del toreo que es, ese que se le exige a todo torero que manda en el escalafón.

En ese sentido, Roca Rey ha hecho de cada plaza un escenario para expresar diferentes facetas de su madurez profesional. El peruano, que en 2015 tomó la alternativa de manos de Enrique Ponce en Nimes, ha construido en esta década una carrera marcada por el impacto, la regularidad y la conexión con las nuevas generaciones. Un hilo conductor que ha sabido mantener durante todo este tiempo. Para que no se rompa, es fundamental que compita tanto con las figuras consagradas como con aquellos espadas que exige el aficionado.

Su enfoque esta temporada, sin embargo, añade una capa más profunda: la de la responsabilidad con el futuro del toreo, abriendo camino y ofreciendo oportunidades en plazas de primera y segunda categoría a quienes apenas comienzan a hacerse un nombre. La culminación de esta serie de gestos tendrá lugar en noviembre, en la plaza de Acho, donde Roca Rey prepara un acontecimiento que reúna el simbolismo de sus orígenes con la madurez adquirida en los ruedos europeos y americanos. Con esta encerrona no solo celebrará una década de alternativa, sino la consolidación de una figura que se ha vuelto indiscutible en cada rincón taurino del planeta.

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Roca Rey, antes de un paseíllo en la pasada Feria de Abril. © Alejandro Romero