Ginés Marín afronta este fin de semana uno de los dobles compromisos más exigentes y simbólicos de su temporada. En un año marcado por la superación personal y profesional, el torero extremeño tiene por delante dos tardes que definen su ambición y su momento.
La primera será este sábado 12 de julio en Cabeza la Vaca (Badajoz), en una corrida muy especial en su tierra, compartiendo cartel con José Garrido y David de Miranda frente a toros de Soto de la Fuente. El regreso del toreo de altura a esta plaza con tanta tradición supone también un reencuentro de Ginés con una afición que le conoce desde sus inicios y que espera verlo brillar.
Pero la exigencia no termina ahí. Apenas 24 horas después, Ginés Marín viajará al norte para hacer el paseíllo en una de las plazas más duras y mediáticas del circuito: Pamplona, en plena Feria del Toro de San Fermín, el domingo 13 de julio. En el coso navarro, Marín compartirá cartel con Fortes y Fernando Adrián frente a un encierro de La Palmosilla. Se trata de un regreso importante a una plaza de primera donde ya dejó grandes sensaciones en temporadas anteriores y donde su nombre ha resonado con fuerza gracias a su regularidad y firmeza ante ganaderías exigentes.
Este doble reto resume a la perfección el 2025 de Ginés Marín: un año de consolidación, de retos asumidos con madurez y de buscar la excelencia en tardes clave. Tras los toques de atención lanzados en plazas importantes durante 2024, ahora Ginés se posiciona de nuevo ante dos escenarios que, aunque muy distintos, pretenden seguir impulsando su temporada si logra cuajar dos actuaciones redondas. La mirada está puesta tanto en la emoción de su tierra como en la cita clave de Pamplona. Y Ginés llega dispuesto a responder.