JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Guillermo Barbero se trata de uno de los
subalternos más destacados de la pasada temporada. A las filas de Miguel Ángel
Perera, el charro selló junto a Curro Javier y Javier Ambel una de las campañas
más importantes de sus días, motivo por el cual ha sido nominado por el Foro de
la Juventud Taurina al premio a mejor subalterno del 2016. En estos días
previos nos citamos con él, que nos narra sus sensaciones, su preparación y su
día a día junto al torero de La Puebla del Prior.
Una temporada de menos a más con Miguel Ángel
Perera fue la de 2016: en las primeras citas de la campaña no hubo suerte en
los sorteos, pero a partir de Pamplona se lanzó finalmente hasta un epílogo de
temporada delicioso, ¿cómo lo viviste?
La
temporada 2016 fue de menos a más, de una total superación después del final
amargo de temporada 2015, con el duro percance de Salamanca. Ha sido un
invierno con el matador, y ha sido una temporada de superar muchas cosas. La
preparación de esta temporada, como siempre. Hemos ido mucho a América este
invierno, el matador no ha parado de torear en América. Yo como siempre,
preparándome en Salamanca y con las esperanzas de que este sea un gran año.
¿Cuál es tu día a día? ¿Cómo es tu
preparación en Salamanca? ¿Bajas mucho por la finca de Olivenza?
Es a lo
que me dedico plenamente. Todos los días atiendo mis cosas familiares y me
preparo, corro, toreo de salón… otros inviernos he ido más, pero este año como
ha habido mucha temporada americana, he bajado menos que otros años a la finca.
Ha estado marcada por los viajes a México y a
Colombia, pero ¿cómo ha sido el invierno de Miguel Ángel y su preparación?
Ha ido
a México y a Colombia. Este año no ha dejado de torear, ha sido una continuidad
a la temporada española. Cuando ha venido a España hemos hecho algo de campo
por Salamanca o Sevilla. Más que un invierno, ha sido una aproximación de la
temporada porque no ha parado de torear.
Respecto a tu carrera personal, ¿cuáles
fueron tus inicios y cómo te colocas con una figura como Perera?
Mi
carrera empezó desde muy pequeñito, estuve hasta el año 95 de novillero, y
cuando creí que mis condiciones no eran las adecuadas para seguir caminando
como matador, me hice banderillero en el año 96. Todo ha ido en escala hacia
arriba. Empecé con los chicos sin caballos, luego comencé a torear con
matadores de toros y hasta llegar a un momento en el que toreaba un montón de
corridas de toros con todos los matadores de Salamanca. Miguel Ángel me había
visto en muchas ocasiones con Juan Diego, y en el año 2005 toreé varias tardes
sueltas con él y llegamos al acuerdo de la colocación en 2006.
Doce años junto a él. Supongo que habrás
visto subidas y bajadas pero las temporadas de un torero que se ha superado
siempre, ¿con cuál te quedas?
Ha
habido años importantes. Todos los años han tenido algún argumento. Ha habido
años con suerte con la espada, pero ha habido años que han sido tan importantes
o más que ese 2008. Aquel año tuvo regularidad con la espada y los mató todos.
Pero he vivido la solidez de una figura del toreo. Desde el principio tuve fe
ciega en él y así ha sido: todo ha ido en alza y siempre ha habido algún
argumento.
Respecto a la actualidad del mundo del toreo
de plata, ¿cómo valoras la salud de éste? ¿Qué quitarías y qué incluirías?
Creo
que no quitaría nada, ni en el toreo de plata ni en el de oro ni en ningún aspecto
de la vida. Todo está ahí por algo. No soy partidario ni de quitar ni de
prohibir nada. Creo que el toreo de plata tiene una salud extraordinaria. Chavales
que empiezan rozan unos niveles que antes requerían de muchos años de
experiencia. Ahora hay más información y preparación que nunca.
El FJT te ha nominado para sus premios, ¿qué
significa nuevamente para ti?
Respecto
a estos premios, estuve nominado el año pasado y acudí a la gala. Creo que
hacen una labor maravillosa. Se implican de forma total con la Fiesta. Este año
ha habido complicaciones y han sido capaces de sacarlo adelante. Preparan un
evento precioso, bonito, te hace mucha ilusión ya no en sí por ser triunfador,
sino por la implicación que tienen con el toreo, con lo bonita que es la gala y
que te reconozcan tu labor siempre es bonito.