Guillermo Hermoso de Mendoza es un rejoneador feliz tras resultar triunfador del único festejo de rejones que se ha celebrado en la feria de San Isidro de Vistalegre organizada por la Casa Matilla. El navarro completó una gran actuación sobre todo con el último del festejo, al que desorejó, en una tarde en la que compartió cartel junto a su padre y maestro Pablo Hermoso y a la amazona francesa Lea Vicens, que cortaron una oreja cada uno. Tras ello, ha podido reiterar su momento en festejos como los de El Casar y Cantalejo, en las provincias de Guadalajara y Segovia respectivamente.
Para Guillermo, el triunfo de Madrid es «será clave el devenir de la temporada. No serán Las Ventas, pero al final es Madrid y en Vistalegre se está dando una feria en la que están pasando muchas cosas artísticamente. La mía fue la primera corrida de rejones que se ha dado esta temporada en una feria importante y ojalá esas sensaciones valgan para poder entrar en más sitios a lo largo de la temporada» señala.
«Pude disfrutar mucho con un caballo nuevo en nuestra cuadra como Ecuador y sobre todo con el maestro Disparate para poder cuajar una faena en la que me sentí»
Muy asentado y haciendo gala de una gran seguridad, brilló sobre todo con Disparate, que hizo vibrar al tendido en una faena intensa al sexto. «Mi primer toro fue noble, pero le faltó ritmo y conseguí hacer una faena vistosa dentro de las condiciones del animal y en el segundo pude disfrutar mucho con un caballo nuevo en nuestra cuadra como es Ecuador y sobre todo con el maestro Disparate para poder cuajar una faena en la que me sentí ante un toro que tuvo matices extraordinarios. Fue una faena muy redonda que disfruté un montón» señala el de Estella.
El único lunar en la tarde fue el rejón de muerte, especialmente en el primero, tal y como explica el propio Guillermo. «El borrón fue no matar bien al primero y que se me fuera la mano con el segundo, por eso quizá las dos orejas perdieron cierta rotundidad por cómo quedó el rejón, pero al final las pidió el público».
Un pasó más en el relevo generacional entre padre e hijo
A partir de ahora, el navarro plantea una temporada importante para él que será un paso más en el relevo generacional entre padre e hijo. «Mi padre y yo nos queremos abrir, en Vistalegre le pidieron que actuara y lo hizo por apoyar a reactivar la situación pese a que no tenía intención. Él se ha preparado para torear unas pocas corridas y aportar su granito de arena. El año pasado ya sólo toreó la de la Gira y este año tiene la idea de torear muy poco, pero las circunstancias mandan» matiza.
Este fin de semana ha podido torear por partida doble, en El Casar (Guadalajara) con un festejo mixto con dos novilleros y en Cantalejo, en una corrida de rejones. «Ha sido un fin de semana que ha confirmado que la temporada ya va arrancando. Parece inviable poder torear dos días seguidos con las actuales circunstancias, pero ojalá poco a poco todo se vaya recuperando y vayamos retomando la normalidad» expresa.