Javier Núñez es uno de los ganaderos más activos en redes sociales, uno de esos criadores de bravo al que gusta adentrarse en este mundo de las nuevas tecnologías para llegar a esos lugares donde se encuentra el nuevo aficionado, esa juventud que vive inmersa tanto en las redes sociales como en los nuevos canales de entretenimiento. El propio Javier enseña sin ruborizarse las bondades de una divisa que sufrió un grave ataque en 2018 tras sucumbir Instagram a las presiones de los antitaurinos, cerrando así una cuenta que acumulaba más de 30.000 seguidores.
“Esta cuenta, era el trabajo de 3 años y se podía disfrutar de bellas estampas de reses, de su entorno y otro tipo de fotografías de índole taurina. Esta cuenta, era el trabajo de 3 años y se podía disfrutar de bellas estampas de reses, de su entorno y otro tipo de fotografías de índole taurina” comentó el 25 de octubre de 2018 el ganadero afincado en los pagos de Tarifa. Lejos de desfallecer, se ha creado otra cuenta, la cual cinco años después cuanta ya con más de 22.000 seguidores.
Pese a este golpe se volvió a levantar para seguir enseñando las bondades de una ganadería de bravo: Fotografías de las camadas, vídeos de los tentaderos, embarques, saneamientos… todo para que todo aquel que se asomase por su cuenta pudiera conocer de primer mano los secretos de una ganadería. Un ganadero que no tenía miedo a contar diversos aspectos de su ganadería, profundizar en reatas, hablar de sementales, de formas de embestir, sin duda alguna un ganadero que siempre veló por el aficionado.
Gracias a sus continuas publicaciones conocemos el día a día de su vacada, algo que el aficionado valora positivamente. El pasado 5 de noviembre Javier Núñez volvía a la carga publicando una serie de fotografías de cuatro novillos del guarismo 1, es decir, nacidos entre julio del 2021 y junio de 2022, unos utreros que se lidiarán como toros en la temporada de 2025, año donde la vacada de La Palmosilla rozará su 30 aniversario, ese que cumplirá en 2026.
“Si la camada del guarismo 20 mejora en hechuras a la recién lidiada del guarismo 19, la camada del guarismo 21, ahora novillos, es desde que empezamos, sin lugar a dudas, la mejor de cuantas se han criado hasta ahora. Poco a poco se va definiendo el tipo de toro que buscamos” escribía en redes sociales el propio ganadero afincado desde hace años en unos pagos muy cercanos a la Laguna de la Janda.
Si la camada del guarismo 20 mejora en hechuras a la recién lidiada del guarismo 19, la camada del guarismo 21 ahora novillos es desde que empezamos, sin lugar a dudas , la mejor de cuantas se han criado hasta ahora. Poco a poco se va definiendo el tipo de toro que buscamos. pic.twitter.com/codn1Y50Gb
— La_Palmosilla,Oficial (@palmosilla) November 14, 2023
Javier Núñez es un ganadero que es consciente del lugar donde pasta su ganadería, una zona que ayuda mucho a afinar las hechuras de los animales. Un enclave único que ha dado cobijo a ganaderías históricas tan importantes como Juan Pedro Domecq, Carlos Núñez y anteriormente la afamada de Mora Figueroa. Sin duda, la cercana a la Laguna de la Janda ayudó a crear un tipo de toro especial y diferente al resto, donde el animal bravo es el Rey.
La selección, tanto en fenotipo como en genotipo, les ha llevado al lugar que ocupan actualmente, donde cada vez es más difícil enlotar una corrida por lo homogéneo de sus hechuras. Una casa ganadera que siempre se ha caracterizado por el buen gusto y por intentar encontrar ese tipo de embestida que propicie el buen toreo una vez sometido el animal, ese que tiene que tener la bravura suficiente para crecerse cuando más le aprieten.
Un camino marcado por la finura de cabos, las manos cortas, rectitud de lomo, cuello, una cara seria pero bien colocada… todo encaminado a criar un animal flexible y ágil en sus movimientos para que este pueda tomar los engaños por abajo, algo que parece haber encontrado en una camada que tiene especialmente ilusionado a su criador por todo lo que puede ver reflejado en ella a través de las notas.
