En la tarde de ayer había fijado en Las Ventas otro cartel eminentemente torista, una corrida donde se anunciaban en un desafío ganadero los hierros de Partido de Resina y Sobral, dos ganaderías con encastes bien diferenciados y una morfología muy característica. Dos divisas fácilmente reconocibles tanto por la expresión de sus animales como por el pelaje de cada una. Un festejo que tuvo su repercusión en redes sociales, no tanto en taquilla.
Algo más de 6.200 personas se dieron cita en una fresca y pasada por agua tarde de un domingo donde el mal tiempo reinante no invitaban a ir a los toros. Pero la corrida se dio sin problemas tras la tregua dada por el mal tiempo, algo que dos horas antes parecía harto improbable. Un festejo donde hubo de todo: toros faltos de fuerzas, otros adolecientes de raza, astados con cierto temperamento y alguno muy complicado, una tarde donde los tres espadas estuvieron por encima de la condición de sus oponentes.
Un festejo que se cuidó bastante bien por parte de Plaza 1. Una corrida a la que se le dio bastante cobertura en redes sociales con multitud de fotografías y varios vídeos de dichos animales. El desembarque, siempre peligroso, se hizo sin sobresaltos, los animales presentados por cada ganadero iban bajando del camión para pasar a un corral de reconocimiento el pasado viernes. Una labor donde se aprobaron un gran número de toros, teniendo que volver otros a su finca de origen.
Una de las imágenes más curiosas fue la captada por las cámaras en el sorteo del día de ayer. Un ejemplar del hierro sevillano de Partido de resina quedaba encajado entre las puertas que le daban paso al corral de reconocimiento, quedando el animal encajonado y sin poder ir hacia adelante o hacia atrás. Afortunadamente, uno de los empleados de puerta anduvo hábil para evitar que esta se cerrara por completo, entrando sin problemas este cárdeno astado en otro de los mencionados corrales que hay en la primera plaza del mundo.
Ver esta publicación en Instagram
Una corrida de gran seriedad y arboladura de dos ganaderías que debutaban este 2023 en la Monumental venteña. Dos hierros que presentaron animales acordes a lo que pide una afición como la de Madrid, pero que luego en el ruedo no dieron ese juego que todos esperaban. Pese a ser un festejo entretenido por la dificultad de los animales, pocas opciones tuvo una terna formada por el gaditano Octavio Chacón, el colombiano Juan de Castilla, que confirmaba alternativa, y el madrileño Ángel Sánchez.
Unos animales con un comportamiento muy particular tanto dentro como fuera del ruedo, astados jerárquicos con los que se tuvo que andar con pies de plomo días antes de su lidia. Primero en el embarque, luego en el posterior desembarque, momento especialmente delicado al venir los toros calientes del viaje. Una vez que se encuentran en los corrales hay que evitar que surjan peleas entre ellos o que se escobillen los pitones contra alguna puerta o un burladero. Una vez que ya han sido aprobados y estando dentro del chiquero, viene la verdadera prueba, esa que no es otra que la lidia en la plaza.