Como ya contamos en este medio en ocasiones anteriores, los ganaderos de bravo buscan todos los recursos a su alcance para encontrar esos ingresos alterativos que les ayuden a cuadrar los números de su explotación a final de año. Dependiendo de la zona donde se encuentre la vacada, ésta tendrá unos recursos u otros a su alcance, al igual que unos gastos derivados de esas actividades paralelas.
Las zonas de campiña o marisma siempre han tenido a la agricultura como sustento. Son tierras muy fértiles donde la presencia del toro bravo no ayudaba en exceso, al estar estos ocupando cercados que podían estar dedicados en exclusiva a la agricultura, de ahí que muchos ganaderos se plantearan su traslado de su vacada a zonas de sierra o próximas a ellas, lugar donde el toro ha encontrado cobijo en los últimos decenios.
Las vacadas que decidieron trasladarse a zonas más onduladas o quebradas han encontrado otros recursos con los que hacer su viable su explotación. Un territorio que conjuga la actividad agrícola, con la forestal, la ganadera y la cinegética, no teniendo nada que envidiarle a otras del resto de nuestra piel de toro. Una ocupación de territorios que en determinadas épocas del año se acentúa en mayor medida por la existencia del cochino ibérico, más si cabe en su periodo de montanera.
La explotación porcina de algunos hierros
Uno de los ganaderos más afamados es Juan Pedro Domecq, ganador durante los años 2008, 2012, 2013, 2014, 2015 y 2020 los “Oscar” del mundo de la alimentación: los “Great Taste Awards”, el concurso de alta gastronomía anual organizado por “The Guild of Fine Food” de Londres. Sin ir más lejos, desde 2019 se pueden encontrar sus productos en países como China, México, Australia, Singapur, Tailandia o el Caribe, pasando por toda la Unión Europea.
“Del cerdo, hasta los andares”. Este dicho, incluido ya en el acervo popular, evidencia una cultura gastronómica propia de muchos lugares de España y, como puede ser la Sierra Norte de Sevilla, Aracena, gran parte de Extremadura y el campo Charro salmantino. Y es que del cerdo, ese animal que ya desde la antigüedad desempeñaba un papel fundamental en la alimentación del hombre.
La agricultura, la extracción de corcho y la cría caballar, otras formas de sustento en las ganaderías bravas
La saca del corcho también es otro elemento a tener en cuenta para la citada viabilidad de las explotaciones, esas que también cuentan con la visita de un número importante de aficionados que quieren conocer el día a día de una ganadería de bravo. Una práctica que comenzó hace varios lustros, la ganadería, ya desaparecida, de El Conde de la Maza, la pionera en todas estas labores que tan de oda están actualmente. La agricultura y la cría caballar también son otras de las ramificaciones que tienen vacadas como Benítez Cubero, Victorino Martín, Miura o Miura, entre otras.