Istres, ciudad francesa a 60 km. de Marsella, en la Región de Provenza-Alpes-Costa Azul y con cuarenta y cinco mil habitantes y una plaza de toros con tres mil localidades cuenta con una Feria taurina a mediados del mes de junio que por derecho y méritos propios se ha convertido en referente de la temporada francesa, pero no solo.
El artífice principal de ello, en estricta colaboración con el Ayuntamiento local y su alcalde François Bernardini, es el matador de toros Bernard Marsella, al frente de la gestión desde 2007 pero ya desde seis años antes trabajando en un proyecto consolidado con éxito y repercusión.
La última semana de enero, en un acto multitudinario (más de mil asistentes) se presentaron los carteles de la edición de este año, que irá del viernes 13 al domingo 15 (sesión doble) de junio, con cuatro corridas de toros, cada una de ellas con título y argumento, otra de las señas de identidad que distinguen a la Feria.
De ello y vía telefónica hemos conversado con un Bernard Marsella que se muestra eufórico.
Istres ya ocupa lugar relevante en la temporada taurina francesa y diría que también española.
Cada año y ya en la presentación de los carteles, se constata que eso que podríamos llamar la filosofía de Istres, su originalidad, la ha hecho entrar en el calendario de las ferias francesas e incluso las trasciende. Le hemos dado un caché especial.
En una situación como la actual tan complicada para la tauromaquia, también en Francia aunque ahí con una respuesta y trabajo unitario de profesionales y aficionados, ¿podríamos hablar del milagro de Istres?.
El milagro se explica con la voluntad de un alcalde y por la labor que se hace, porque cada año es un volver a empezar, ir a buscar patrocinadores para hacer posible el presupuesto y montar la Feria desde parámetros de originalidad hacerla distinta. Esas serían las claves, el privilegio de poder trabajar de un año a otro, desde el día que se acaba una Feria ya trabajar en la siguiente.
Existe un implicación directa con la sociedad civil y el tejido económico de la ciudad.
Hablamos y negociamos con todas las empresas de la región de Istres y más allá y ya desde hace unos años son trescientas las que nos apoyan, la mayoría desde el anonimato, y en caso de que alguna por un motivo u otro deje de hacerlo busca otra que esté dispuesta, se trata además de una relación humana, incluso de amistad. Esa es la columna vertebral económica de la Feria, sin su ayuda no podríamos montarla como nos gusta. No existe en el Mundo una plaza que con un aforo de tres mil localidades pueda dar una Feria como la de Istres, con cuatro corridas de toros, aunque este año, excepcionalmente, no habrá novillada. Y en ello la implicación del alcalde es fundamental.
En los carteles siempre hay una historia en cada uno de ellos y un título apropiado y, además un acontecimiento especial que este año es el regreso por una tarde de Juan Bautista, mano a mano con su poderdante Marco Pérez, que habrá tomado la alternativa días antes con un título que lo define: “Una bella historia”.
Es el encuentro de dos generaciones, dos amigos, un apoderado con su torero. Juan Bautista ha escrito grandes páginas de la tauromaquia francesa, alguna de ellas en Istres, como el indulto de “Golosino” de La Quinta en una tarde y una faena inolvidables y que vuelva solo por un día compartiendo cartel con Marco Pérez, de quien es más que apoderado al uso, es todo un acontecimiento , que se suma al interés de los otros carteles. Ya lo estamos viendo en la taquilla desde que el primer día, hace una semana se abrieron tanto para abonos como localidades sueltas. Es increíble la cantidad de nuevos abonados que estamos haciendo, casi el doble. Vendemos renovación, nuevos abonos y entradas sueltas y la respuesta está siendo tremenda, con gente no solo de la zona sino de París, Barcelona, de Italia o del sudoeste francés. Hemos conseguido fidelizar a gente de muchos lugares y distintos gustos como aficionados.
Puede que este año estén menos figuras, nombres habituales, pero esa es también la originalidad, la gracia, la sorpresa. Istres no puede ser una copia de Nimes o Arles.
La primera corrida se anuncia como “Cartel de banderilleros”, rememorando aquel que durante la década de los ochenta era imprescindible en la ferias y ya prácticamente olvidado en ellas. Y con toros del Cura de Valverde, nada menos. Al día siguiente “Corrida flamenca”, con cante incluido y el domingo por la mañana la “Corrida homenaje a los abonados” para ya por la tarde la citada “Bella historia”.
Son distintas historias que pueden convocar sensibilidades de aficionados diversos y eso como te decía se está viendo en la venta de entradas.
La de Cura de Valverde es además de un cartel de banderilleros, una cartel internacional, con el sevillano Manuel Escribano, el venezolano Jesús Enrique Colombo y el francés Solal, que hasta ahora se anunciaba Solalito. que tomó la alternativa hace dos años y que aunque el año pasado solo toreó tres corridas en las tres triunfó e hizo méritos para la oportunidad que le damos. Y en esa corrida encajaba perfecto porque además es el único matador francés que banderillea.
En la Feria, además del debut de Solal, también es el de Juan Ortega, en la “Corrida flamenca”, Diego San Román en la “Homenaje a los abonados” y Marco Pérez, que aunque estuvo de novillero, se presenta como matador.
En la “Corrida flamenca”, toros de Zalduendo, con David Galván, Ortega y Clemente, tres toreros de gran personalidad, vamos a tener al banderillero Paco Peña que se va involucrar como cantaor entrando en los momentos que la lidia le sugieran.
Por lo que respecta a la “Corrida homenaje a los abonados”, con toros de Puerto San Lorenzo, es un regalo a los abonados. Hemos conseguido que a partir de 130 euros se puedan ver los cuatro festejos.
A casi cinco meses vista de una nueva Feria de Istres que se anuncia plena de atractivos, Bernard Marsella, junto al matador de toros catalán César Pérez en las tareas del campo bravo, sigue trabajando para que la pequeña localidad francesa siga siendo un referente del trabajo bien hecho.