Roberto Martín «Jarocho» encara uno de los compromisos más trascendentes de su carrera. Este viernes, en la recta final de la Feria de Santiago de Santander, se volverá a vestir de luces para enfrentarse, por primera vez, a los legendarios toros de Victorino Martín. El cartel no es menor: compartirá terna con el sevillano Manuel Jesús «El Cid», gran conocedor del encaste albaserrada, y con la máxima figura del toreo actual, Andrés Roca Rey. Una cita de peso, de responsabilidad, y también de ilusión para un torero que quiere abrirse paso con personalidad, verdad y firmeza.
—¿Cómo estás viviendo las horas previas a una cita tan importante?
—Con muchas ilusiones puestas en Santander. Creo sinceramente que José María Garzón ha logrado que esta feria se sitúe como una de las más relevantes del panorama taurino. Lo ha conseguido gracias a su afición, a su apuesta por abrir carteles, por mezclar figuras consagradas con toreros jóvenes, revelaciones y triunfadores. Eso ha despertado un interés muy grande en el aficionado y me hace sentir muy afortunado de formar parte de esta edición.
—Esta tarde llegó tras un invierno complicado, en el que te quedaste fuera de San Isidro. ¿Qué supuso para ti saber que ibas a estar anunciado en Santander con Victorino, El Cid y Roca Rey?
—Fue un golpe de moral tremendo. No te voy a mentir: fue duro verse fuera de San Isidro. Uno intenta llevarlo con profesionalidad, pero cuando los carteles van saliendo y no ves tu nombre en ninguno, duele. Pero gracias a Dios, pronto sonó el teléfono. Me dijeron que iba a estar en la corrida de Victorino en Santander, y no solo eso, sino al lado de Roca Rey y El Cid. Para mí fue una recompensa al esfuerzo. También quiero agradecer al maestro Roca Rey que, tanto en Santander como en otras plazas, esté contando con toreros jóvenes. Eso habla muy bien de él.
—Será tu primera vez con los toros de Victorino Martín. ¿Cómo te has preparado para este debut tan señalado?
—He intentado prepararme a conciencia. Respecto a este encaste, lidié una novillada sin caballos de Escolar, que me dejó muy buenas sensaciones. Luego fui a tentar a la casa de Victorino, y ese ha sido mi principal bagaje directo con el encaste. Pero más allá del contacto, lo hemos estudiado mucho. Hemos hablado con profesionales, hemos visto vídeos, hemos analizado comportamientos… y creo que estoy listo para afrontar el reto con seriedad y con la ambición de salir reforzado.
—Hace apenas unas semanas estuviste en la feria de Burgos, tu tierra, en un debut también al lado de Roca Rey. ¿Qué sensaciones te dejó aquella tarde?
—Fue una tarde muy especial. No se pudo redondear en cuanto a trofeos, pero sí logré algo que para mí es igual o más importante: que la gente saliera con la sensación de que había visto a un torero con personalidad, que había expresado lo que siente. Pude mostrar cosas que llevo mucho tiempo buscando, y aunque no se tradujera en orejas, dejé mi sello. Ojalá en Santander pueda volver a expresarme de la misma forma… y esta vez sí redondear con el triunfo numérico, que hoy en día es casi imprescindible para seguir avanzando.
—¿Tu gran ilusión, después de esta tarde en Santander, es estar en la Feria de Otoño?
—Mi ilusión, ahora mismo, es Santander. Pero sé que un triunfo importante aquí puede abrirme otras puertas durante la temporada. Por supuesto, estaría encantado de confirmar en Otoño. Es una cita que me hace muchísima ilusión y que creo, sinceramente, que me la he ganado. Si llega, será un premio enorme. Pero todo pasa por esta tarde en Santander. Esa es ahora mi única meta.
