NATALIA GIL / FOTOGALERÍA: IVÁN RODRÍGUEZ
Quiso la tormenta estropear la cita con la
solidaridad que protagonizaba la tarde del sábado en Tomelloso pero no lo
consiguió. A pesar de las condiciones, los acartelados quisieron seguir
toreando por una causa benéfica. Jerónimo Montaña, miembro de la Peña Taurina
de Tomelloso, recuerda la tarde como un ejemplo de verdadera humanidad por
parte de la tauromaquia.
¿Cuál fue el motivo para apostar por los toros de la
ganadería Virgen María?
El motivo fundamental
fue un análisis a lo que se lidió el año pasado en la provincia de Ciudad Real,
encontrándonos con unas críticas a la ganadería Virgen María muy buenas. De
hecho, en varios medios de comunicación aparecían como la mejor corrida
presentada y lidiada en Ciudad Real y decidimos ponernos en contacto con ellos.
Básicamente, nos dejamos llevar por la opinión de la prensa en presentación y, sobretodo,
en juego que dieron los toros.
Las inclemencias meteorológicas estuvieron presentes
durante el festejo, ¿emborronaron, de alguna manera, el espectáculo?
Evidentemente,
emborronaron el espectáculo a nivel de público, desde el tercer toro que ya se
veía que avecinaba tormenta. La lidia a pie del cuarto, quinto y sexto apenas
pudieron verlo, salvo por la tele, ya que caía un aguacero. De tal modo que lo
emborronó a nivel de tendido, pero no a nivel artístico. Resultó una pena que
el aficionado no presenciase las faenas de Curro Díaz y de Morenito a sus
segundos, fueron espectaculares, derrocharon todo su arte.
¿Qué balance saca la Peña Taurina de Tomelloso sobre
la tarde del 23 de abril?
El balance
siempre es positivo. Los problemas con los que nos hemos encontrado este año son
dos, y pretendemos solventarlo para años próximos. Por una parte, el sábado de
romería cada vez hay más actividades, sobretodo en el recinto de la ermita de
la virgen, cada año crece más, instalándose
carpas. La gente se va de la ciudad a aquel recinto. Por otro lado, nos
levantamos con lluvia y ello dificulta el interés del evento.
¿Qué impacto económico ha supuesto para la
localidad?
Nos servimos de
las estadísticas para informarnos. Los aficionados que suelen ir a los toros
aprovechan y salen a comer fuera, hablamos con restaurantes y bares y nos
contaban que estaban llenos. Según un estudio facilitado por Cesar Jiménez por
cada euro invertido en la corrida, en el ámbito de restauración y hostelería
repercute 2’65€, yo creo que aquí ese día incluso hasta más. Por lo que tuvo
una repercusión económica muy buena.
¿Qué momento destacarías como el más positivo y, en
contraposición, el más negativo que se dio en la tarde?
El más negativo
sin duda fue la tormenta. Como lo más positivo me quedo con tres momentos que
te hacen darte cuenta de lo que es el mundo del toro. Uno de ellos fue por la
mañana, estuvimos hablando con las cuadrillas y nos dijeron que hiciéramos
saber que cedían sus derechos de imagen. Cada uno de ellos venía desde un punto
de la geografía española, tan solo un subalterno era de Tomelloso, es
importante señalar esta acción tan solidaria que ellos han querido tener. Ojalá
otros deportes tomen conciencia de la misma manera que lo está haciendo el
mundo del toreo. Otro recuerdo que guardaré siempre fue el momento que pregunté
al maestro Morenito de Aranda y a Fran Espada, tras ser consciente de ver cómo
el ruedo estaba impracticable, si se suspendía el festejo y ellos me
contestaron: «hemos venido a torear y no
nos vamos a dejar un toro vivo”. Su labor es verdaderamente destacable, ya
que estaban corriendo peligro toreando en esas condiciones por una causa
solidaria, no debemos olvidar que cedieron parte de sus honorarios. Me siento
orgulloso de ser taurino y de tener estos toreros que defienden de esta manera
nuestra fiesta. Por supuesto no podría olvidar ese momento en el que se saboreó
la torería de Curro Díaz, con las pinceladas, con el cambio de mano. Los
naturales largos de Morenito diluviando en el quinto, con Fran en el tercero
que estuvo fenomenal, aunque tuvo mala suerte con el verduguillo, sino habría
cortado dos orejas. Me quedo también con una joven figura del rejoneo como es Munera
que para mí estuvo soberbio, de 10. En realidad la corrida a nivel artístico
estuvo muy bien, los toros dieron juegos. Pero sin duda, me quedo con esos
momentos duros, porque sé que en otras plazas el festejo se suspendió pero aquí
se cargaron de raza y toreando de verdad.
Unas 5000 personas quisieron participar en la causa
benéfica protagonista de la corrida mixta, ¿la Peña Taurina de Tomelloso está
satisfecha por la respuesta de la gente?
Sí, por
supuesto. Nosotros estamos muy satisfechos aunque se nos queda ese sabor de
boca amargo de no haber podido meter otras 1200 personas para haber llenado la
plaza. Pero somos consecuentes que ese día no nos acompañaba el tiempo ni la
cantidad de actos que había. Por lo que haber metido tres cuartos de plaza para
nosotros es un logro.
Realizando una ojeada al futuro, ¿se seguirá
apostando por esta corrida?
Por supuesto,
organizamos esta corrida con mucha ilusión. Ya llevamos cuatro y,
evidentemente, habrá una quinta. Lo que probablemente hagamos será
replantearnos fechas porque de cuatro que llevamos hechas, tres hemos tenido
agua y en unos fines de semana de mucha actividad en Tomelloso. Quizás sea
interesante hacerla en mayo o en junio, con tiempo garantizado y con menos
espectáculos. Pues el objetivo de llenar la plaza está conseguido.
Finalmente Jerónimo lanzó unas palabras de
agradecimiento a CULTORO por mostrar tanto interés en el festejo y por volcarse
en la lucha por defender y llevar a lo más alto la tauromaquia. Afirmaba que
nuestra fiesta es el espectáculo más solidario de la sociedad e invitaba a los
contrarios de demostrar lo contrario.