JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO
«El banquillo te
sirve para hacerte más fuerte cuando llega la batalla”. Un titular que lo dice todo de
un joven que lo quiere todo. Jesús Duque, torero por la gracia de Valencia, tiene
a su tierra en el corazón porque quiere y sabe que, para ser torero de toreros,
la necesita. Como ha necesitado a México este invierno para cuajarse en la
plaza y en los despachos y como necesita más pronto que tarde confirmar en
Madrid para erigirse en lo que quiere y puede ser. Jesús Duque, el torero al
que un día alternativó Ponce la tarde en que recibió el último tabaco, charla
con CULTORO antes de hacer el paseíllo junto a El Soro el 16 de marzo.
«Estoy muy
contento y muy feliz por poder hacer el paseíllo, en la primera Feria más
importante y en ese escaparate que es Valencia. De esa tarde depende mucho mi
carrera. Sé que tengo una oportunidad muy importante, que la afronto con
muchísima ilusión y la afronto muy feliz”, señala Duque a este medio. Hace tan sólo
unos días que hizo el primer paseíllo de su particular campaña. Fue en su
localidad natal, Requena, junto a toreros como Juan José Padilla, Francisco
Rivera ‘Paquirri’, Julio Benítez ‘El Cordobés’ o el novillero Ginés Marín,
además del rejoneador Manuel Manzanares.
Aquella
primera puesta en escena 2016 del torero valenciano ante un novillo de
Guadalest la tiene en la mente. «Creo que fue un exitazo que volvieran los
toros a mi tierra, a Requena, con una entrada tan buena y con un festival de
categoría. Una pena fue que hizo un día horroroso y sobre todo en mi toro, pero
creo que tuve cosas positivas, estuve dispuesto y entregado y maté al novillo
con una estocada. Venía de una racha un poco negativa con la espada y me sirvió
mucho.
Y
hablar de actualidad de Jesús Duque también es hacerlo de México, donde «me
está apoderando Sergio Arguelles, al que le estoy muy agradecido. Estoy
contento de haber ido allí. Me han tratado de categoría, viví genial durante
esas semanas y lo he vivido todo: desde el triunfo a la sangre. Ha sido una
temporada bonita allí, con tres corridas de toros y haciendo mucho campo. Me ha
servido mucho para seguir evolucionando, para no parar de la temporada española
y como experiencia para sentir a la afición mexicana, que es una afición muy
caliente, que se involucra mucho con el toreo y le da mucho cariño. Sentirte
tan reconocido, admirado por el público, es muy bonito para un torero”.
Después
de aquella tarde del año pasado en Valencia, la temporada no fue fácil: «al final
fueron en España tres corridas de toros y cinco festivales los que toreé, pero
sí fue un año positivo. Hay que asimilar que esto es tarde tras tarde, que hay
que aguantar y que hay que estar en el banquillo pero siempre pensando y
preparándose para cuando llegue la oportunidad. A mí me valió mucho el año
pasado para pensar, para saber lo que quiero, lo que tengo que hacer y cómo
tengo que conseguirlo. El año pasado me valió mucho para afrontarlo totalmente
diferente, sabiendo lo que quiero y cómo lo quiero”.
Un
torero joven siempre está en constante evolución hasta que el aficionado capte
en su totalidad la personalidad que la nueva promesa quiere transmitir. Es el
caso de Duque, que afirma a este respecto que «me gustaría que el aficionado
cuando vaya a la plaza lo vea, pero me encuentro más claro, más fácil, más
templado y me sirven más toros. Creo que poco a poco iré evolucionado y quiero
que al final mi toreo pueda adaptarlo a todos los toros que mato”.
Sobre
su nuevo apoderado, Javier, su poderdante es claro: «Estoy muy contento. Me hacía
falta un apoderado en España, una persona que luchara por mí y confíe por mí
como hace Javier. Quería una persona que se preocupara que yo avanzara todas
las tardes, y tengo la despreocupación total de los despachos. Sé que cada
segundo está llamando a unos y otros haciendo todo lo posible para que pueda
torear. Sé que hay una persona que está peleando por mí. Ahora soy yo el que
tiene que triunfar para darle motivos para que siga luchando y se le escuche
todavía más”.
El
invierno siempre es la etapa de la preparación dura, de los tentaderos, del sufrimiento
diario para estar a punto cuando salga el toro por chiqueros. En cuanto al
toreo en el campo se refiere, Duque comenta que «la verdad que no me quejo. Hay
que ser siempre positivo, y estoy yendo al campo preparándome muy a conciencia
para lo que me viene. La del día 16 es una tarde clave en mi carrera en un
cartel que me ilusiona mucho con el maestro Soro y con Román. Estoy
preparándome física y mentalmente. Todo lo que estoy luchando este invierno
tendrá sus frutos este 2016”.
Ha
hablado con el maestro. Lo llamó. Esas conversaciones son para guardarlas toda
una vida, para recordarlas en cada instante por la carga emocional que suponen.
Y además le habló de la corrida. «He estado hablando con el maestro. Me llamó
y me comentó que la corrida la había visto y era extraordinaria, que era muy
buena en el campo y yo estoy muy contento con esa corrida de toros. Me gusta
mucho porque el toro de Murube embiste despacio y el toreo que emociona es
cuando un torero lo hace despacio. Creo que el toro de Murube es el indicado
para hacer ese paseíllo y para torear despacio en la plaza de mi tierra. Creo
que me puedo acoplar a esa embestida perfectamente”.
En
cuanto a la tarde de su confirmación se refiere, algo que está esperando todo
el toreo valenciano, Duque señala que «estoy deseando y con muchísimas ganas de
poder ir a la Monumental. Creo que la primera plaza del mundo es necesario que
la pise ya un torero, creo que es el momento. Tengo Valencia por delante, un
triunfo claro que ayudaría a una confirmación, y estoy seguro de que será el
año de mi confirmación porque me lo voy a ganar en la plaza. Si tras esa tarde
la empresa de Madrid decide ponerme, mentalmente estoy preparado, estoy
deseando ir y creo que puedo afrontar esos compromisos. Este año es el año”,
rubrica.
FOTOGALERÍA:
JOSÉ ENRIQUE MARTÍNEZ Y CPPR Photovision