Joaquín Galdós trenzará el paseíllo mañana por San Pedro. Lo hará en Segovia en uno de esos carteles que llenan de ilusión y responsabilidad a partes iguales a cualquier torero joven que quiere abrirse cada vez más paso en el escalafón, junto a Morante de La Puebla y Juan Ortega y con toros de Garcigrande. Una tarde que puede ser un gran escaparate para el peruano, que llega en un momento excepcional tras indultar a «Alambrisco» de El Pilar en la primera corrida que pudo torear en España el pasado 31 de mayo en Tobarra. La meta es clara, seguir dando motivos para conseguir entrar en Madrid lo más pronto posible, la única plaza que es capaz de cambiar el destino de la noche a la mañana.
La del martes será una de las citas de la temporada. Cartelazo junto a Morante y Juan Ortega. ¿Cómo lo afrontas?
Es un día muy importante para mí. Es una corrida con mucha categoría y se trata de un escaparate perfecto para que un torero como yo pueda mostrar sus armas, por eso lo afronto con toda la ilusión del mundo. Cada día es como volver a empezar porque no tenemos esa continuidad de torear seguido y por eso intentaré concentrar toda la energía en mi corrida de mañana en Segovia.
«Los días en los que alternas con figuras del toreo pasas menos miedo porque la motivación y la expectación es mucho mayor»
La responsabilidad con estos dos maestros es mucho mayor…
Los días de expectación son los que más motivan. Las veces que he podido alternar con las figuras del toreo he pasado menos miedo por la motivación debido a esa expectación que se da cuando te acartelas con un monstruo del toreo como es Morante. Esos días se respira otro ambiente, desaparecen los miedos y el nerviosismo y sólo te queda la motivación y la fuerza porque es donde uno sueña estar.
Además, toros de Garcigrande, que casi siempre son una garantía de triunfo…
Sí, Garcigrande es la ganadería que más garantías da actualmente. Es la preferida de las figuras del toreo porque cada día que se anuncia hay un acontecimiento. Uno tiene que preocuparse por sí mismo y no por el toro, pero cuando tienes una garantía de que es muy probable que te sirva, la fe en que las cosas salgan bien es mucho mayor.
Has comenzado el año como lo terminaste. Parece mentira, pero de nuevo un indulto. “Alambrisco” de El Pilar. ¿Cómo recuerdas la tarde de Tobarra?
He tenido la suerte de que han caído en mis manos grandes toros últimamente. Aún toreando poco, mi preparación ha sido igual que si hubiera toreado treinta corridas y eso se ha podido ver. Esos toros que me han salido han sido extraordinarios, pero han tenido la casta y la bravura como denominador común con embestidas en las que hay que estar a la altura porque si no te pueden desbordar. He podido aprovechar esa bravura hasta conseguir que la gente pidiera el indulto porque todos los animales han tenido virtudes muy grandes y van a aportar a los ganaderos cosas muy importantes como sementales. El público pide el indulto del toro que a ellos les nace y han caído en mis manos. Soy un afortunado por ello.
«Es difícil estar sin torear tanto tiempo y saltar a la plaza y poder estar a la altura de toros como Alambrisco en la tarde de Tobarra. Eso me hace creer que puede ser una buena temporada»
El toro de Tobarra se ganó la vida y tú estuviste a la altura…
Es difícil estar sin torear tanto tiempo y poder estar a la altura. Hasta yo me sorprendí de estar así. Sentí que no me pesó la tarde, que tenía esa capacidad de resolver, que estuve por encima de mis dos toros y eso me hace creer que puede ser una buena temporada.
¿Has podido verlo en el campo?
Sí, lo he visto en el campo. Moisés está como loco por echarlo a las vacas, pero antes tiene que terminar de curarle las heridas y cuando lo haga, lo echará.
«Mi meta este año es ir a Madrid porque es la única forma de cambiar el destino»
Van saliendo poco a poco más carteles de esta temporada y vas a poder torear en Francia…
Sí. La pandemia nos ha enseñado a plantearnos los objetivos a corto plazo, vivir el día de hoy. Estoy anunciado el 18 de julio en Francia en Saint Vincent de Tyrosse. Es una vuelta a Francia después de dos años que me hace mucha ilusión. Pero lo más importante es estar preparado, saber esperar y concentrarse en la siguiente corrida y no ver más allá. Mi meta este año es intentar ir a Madrid porque es la única forma de cambiar el destino de cada uno porque toreros como yo necesitamos ir a las ferias que te puedan cambiar la vida. Los toreros jóvenes tenemos que demostrar lo que hemos crecido en ferias así.
Esto va cogiendo otro color y poco a poco se van dando cada vez más festejos…
Sí, hay que tener paciencia y estar siempre al pie del cañón porque al final todo llega.