Joaquín Galdós partió ayer hacia Lima. Esperaba
nuestra llamada a las puertas del avión que lo conducía hacia su tierra, y
CULTORO fue el último medio en hablar con él antes de volar hacia el sueño de
encerrarse con seis novillos en Acho. Está tranquilo, sabe que el trabajo está
hecho. Además, conoce perfectamente el hierro, la plaza y la afición, por lo
que sólo queda analizar lo que ha sido una campaña en alza y disfrutar de su
próxima encerrona en Lima.
«Creo que me quedo con un
buen balance, sobre todo artístico, porque he conseguido que en muchos lugares
caer en gracia. Se me ha reconocido entre los profesionales, se ha reconocido
mi concepto y han visto que soy un torero distinto. Creo que he podido cuajar,
sobre todo de capote, a muchos toros, toreándolos como los siento a la
verónica. Es verdad que la espinita fue Madrid, en la que estuve en tres tardes
sin que pasara nada, pero me alegro de haber quedado el número dos del
escalafón”, señala ilusionado Joaquín a CULTORO.
Pero la culpa de su gran progreso también tiene
nombre: Ángel Gómez Escorial, torero y después apoderado. Por eso le exige lo
que ya ha pasado en su carrera y por eso sabe la palabra exacta en el momento
clave para que tenga efecto el consejo. ”Es una persona fundamental en mi vida.
Cuando el pasado martes entré al aeropuerto me agradeció mucho todo y me dijo
que lo estaba consiguiendo, pero que siempre me falta un puntito más porque lo
tengo casi en la mano. Eso es muy importante: que una persona te inculque la
lucha diaria es crucial para la carrera de un torero”.
La Fusión Internacional por la Tauromaquia, en un
alarde por el concepto interracial que lo define, hace gala de Galdós como
bandera indiscutible del toreo en Perú. «Es de admirar el empeño de la FIT tanto con
Ginés Marín como con Leo Valadez y conmigo. Apuestan por toreros jóvenes, de
distintas nacionalidades, y por ello me considero un privilegiado de haber
entrado en esta casa. Creo que con su apoyo y con el ambiente que uno va
cogiendo el ambiente de cara al próximo año es ilusionante”.
Ahora se enfrentará, el próximo día 28 de
noviembre, a seis novillos en la plaza de Acho, su tierra, entre su gente y con
la vitola de ser el espejo en el que muchos compañeros novilleriles peruanos se
pueden fijar. «Es, a priori, la tarde más importante de mi vida hasta ahora. Lo que
más me ilusiona es lo que significa para mí hacer en solitario el paseíllo en
Acho, por lo personal y lo profesional. Las sensaciones que el año pasado me
dejó el mano a mano con Roca Rey me calaron muy hondo y también calaron a la
afición. Cuando nos ofrecieron matar seis novillos era un sueño hecho realidad.
Le debo mucho a mi tierra y quiero demostrarlo todo en esta gran ocasión,
asumiendo toda la responsabilidad del mundo. Me he preparado tanto físicamente
como mental y tengo esperanzas de que será un día importantísimo en mi carrera”.
Francia es el baluarte del joven. A principios de
temporada se le vio la proyección para que gustase su actuación en el país
vecino. «Francia es un país con una sensibilidad especial. Me ha valorado mucho
como torero, me ha respetado al máximo como líder del escalafón y allí he
actuado hasta en quince novilladas. Que un peruano afincado en España sea líder
en Francia es algo grande. En Francia he toreado cuatro tardes junto a Roca
Rey, recordando especialmente Hagtemau y Garlin. Tengo muchos ofrecimientos
para tomar la alternativa en Francia y poder torear corridas de toros después,
además de alguna novillada a principio de temporada”, añade el peruano.
Le hablamos de la alternativa y todo son buenas palabras:
«Aunque
soy un novillero nuevo, mi sueño es ser matador. Tengo una ambición tremenda
por conseguir eso y porque hay ofrecimientos reales y muy atractivos en Francia.
Si Dios quiere tomaré la alternativa a mitad de año, en junio o julio, en
alguna plaza de Francia, el país que me ha cuidado brillantemente. Estaré de
novillero en las primeras Ferias del año para proyectarme y espero que como
matador de toros el resto de la temporada”, comenta sobre ese gran día.
Sobre su deseo más próximo de cara al invierno y a
la próxima campaña, Galdós es claro: «Quiero estar centrado en la encerrona, ahora
mismo no pienso en nada más. Independientemente de las orejas, me gustaría
volver a sentir las sensaciones del año pasado en mi tierra. Aquel día hubo un
entradón, y espero que se repita también este año. La novillada está muy bien
presentada y me gustaría ser capaz de cuajar dos o tres novillos ese día, es mi
único deseo”.
La última pregunta va dirigida a un paisano que ha
sido y es clave fundamental para entender la juventud taurómaca en la
actualidad: Andrés Roca Rey. Compañero de Joaquín en su etapa novilleril,
ahora, ya alternativado, se enfrenta a la etapa más dura pero más enriquecedora
de su carrera. «Es el torero que más me ha motivado desde siempre. Conmigo ha tenido
tardes de mucha rivalidad, de mucho compromiso, y este año se ha notado
especialmente en Francia”, concluye Galdós.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO-
ARJONA