Jorge Molina es uno de los novilleros que trenzarán el paseíllo en la Feria de la localidad toledana de Recas que comienza mañana, un serial que se celebra por vez primera en el municipio gracias a la apuesta del Ayuntamiento junto con la asociación taurina El Quite. Molina, que solamente ha tenido la oportunidad de trenzar un paseíllo esta temporada en el coso ciudadrealeño de La Solana, afronta esta cita con suma responsabilidad.
El novillero de Torrijos explica que “es la primera Feria de novilladas que se dará en el pueblo y eso supone mucho para su afición. Que me vuelvan a ver en mi tierra es muy ilusionante para mí. Estoy muy contento por ello”, expone en palabras a CULTORO.
Debutó sin picadores en 2017 en el Alfarero de Plata de Villaseca de la Sagra, toreando unas cuarenta novilladas desde aquel momento sin caballos, y el 7 de septiembre de 2019 debutó con picadores en Ampuero, en Cantabria. “Y llegó la pandemia”, se lamenta Molina. “He toreado en total cuatro novilladas con picadores desde entonces, por lo que es clave seguir rodándome en los pueblos, seguir estoqueando ganaderías de calidad como la que saltará al ruedo de Recas”, pone en valor Molina.
Además del paseíllo de La Solana y el de Recas, torea el día 4 en Cercedilla, el 7 en Villarrubia de Santiago y el día 19 en Fuensalida, cuatro citas fundamentales en este mes de septiembre. “Estoy contento, porque además son por la zona de Toledo y a las personas que se hayan olvidado de mí de estos dos años me recordarán ahora por mi toreo”, explica este novillero que comenzó su andadura en el mundo del toro en la Escuela de Toledo, luego en la del Juli y luego Escuela de Yiyo. En la actualidad entrena a caballo entre Las Ventas y la plaza de Villaseca de la Sagra.
FOTO: FRANCISCO MORENO