El pasado domingo, en la Feria de Vic Fezensac, con su sello torista y en la corrida concurso de ganaderías, José Garrido dijo un aquí estoy yo, un toque de atención con aire reivindicativo de un torero que, en la temporada en la que cumple diez años de alternativa, busca recuperar su lugar en las ferias mientras reparte su actividad entre España y América, como en 2024 también ocurrió con Portugal.
Hemos hablado con él, vía telefónica, en una pausa a su jornada de preparación en el campo, apenas veinticuatro horas después de torear en la citada localidad del sudoeste francés frente al astado de Prieto de la Cal premiado como el más bravo del abono.
¿Con qué sensaciones saliste de la plaza de Vic Fezensac?
Sobre todo de tranquilidad conmigo mismo, de haber sido capaz de estar por encima de mis toros y de cuajar una mañana importante, por todo, por la exigencia de esa plaza, el toro que sale y, también, por el momento profesional en el que me encuentro.
Anunciarte en una feria con las particularidades de la de Vic, en una corrida concurso con hierros, para entendernos, duros, y atendiendo a ese momento profesional al que aludes ¿supone para ti un esfuerzo añadido o es un acto de autoafirmación?
Diría que es una muestra hacia el gran público y también hacia mí de que estoy para cruzar la línea, que no me quiero quedar en tierra de nadie, y si la manera de conseguirlo es demostrando a todo el mundo que soy capaz con esas ganaderías y las otras, la apuesta de verme anunciado ahí la acepto con gusto y viendo cómo han salido las cosas me da la razón a ese planteamiento de que si se quiere, se puede.
Estamos ya con la temporada avanzada, te quedaste fuera de Sevilla y Madrid, entre otras. ¿Es difícil de asimilar?
Fácil no es, desde luego. Llevo toreando en Sevilla y en Madrid desde que tomé la alternativa y sobre todo Sevilla ha sido la plaza en que han empezado mis temporadas muchos años y en la que he puntuado en casi todos ellos, la última el año pasado en que corté una oreja, creo que importante, el no estar requiere que la mente esté fuerte para seguir adelante. Por lo que se refiere a Madrid, en Las Ventas en los dos últimos años me han pegado una cornada muy fuerte y el año pasado estuve a punto de cortar una oreja si no pincho un toro. Creo que es una plaza en la que he dado motivos para estar en ella y no verme en los carteles de San Isidro fue duro pero me amparo en el convencimiento de que esto puede cambiar en cualquier momento y me da fuerza e ilusión para seguir hacia delante.
Francia se ha convertido en refugio y alternativa a la temporada española. Tras lo sucedido en Vic Fezensac ¿tienes esperanzas de entrar en las ferias que aún están por definir?.
De momento el 5 de agosto toreo en Villeneuve de Marsan, muy cerca de Vic, que ya estaba cerrado antes, y creo que las expectativas han cambiado mucho para bien, aunque Francia se adelanta mucho en anunciar sus carteles, hay muchos ya hechos, pero ahora mismo tengo muchas esperanzas de torear en las corridas y ferias que aún no se han anunciado.
Los viajes a América también se han convertido en una alternativa a las plazas europeas y tu mismo has toreado este mismo año en varias plazas peruanas ¿vas a hacer un paréntesis viajero a las américas para centrarte en la temporada de España, Francia e incluso Portugal, donde el año pasado toreaste varios festejos?.
Qué va, al revés, tengo dos corridas hechas el 11 y 12 de agosto en Perú, otra ya en octubre , también ese mes voy a Ecuador, estoy pendiente de cerrar una cosa muy bonita en Colombia… América ahora mismo está en mi calendario. El año pasado toreé muy poco allí por esperar a ver si salían cosas en España pero este año lo que quiero es torear, aquí y allí, ponerme delante de la cara del toro y ante el público, que es donde me siento bien. No me da pereza ninguna coger el avión ida y vuelta si preciso. De hecho, dos días antes de las corridas que te comentaba en Perú tengo un cartel muy bonito en mi tierra. Lo que venga antes o después pues no lo sé, pero espero que salgan muchas cosas, preparado y con la mayor ilusión estoy.