Parece
que los ensayos taurómacos, en pleno siglo XXI, no tienen nada que decir a una
sociedad ensimismada y, sobre todo, empecinada en no profundizar en lo que
realmente importa a una masa social relevante. Pero, si algo nos ha salvado a
lo largo de la historia, ha sido precisamente eso: sabernos protegidos porque
la palabra ha ido perdurando gracias a ese género llamado crónica del que el
toreo fue pionero en nuestro país. En la especialización y, en este caso, en
los ensayos, está el tesoro de nuestro futuro como arte inmaterial. Y ese
futuro, esa historia taurómaca y ese toreo del presente plasmado en un papel
están de moda gracias a José Luis Ramón.
El
director de la revista 6 toros 6 acaba de publicar su nueva obra «El toreo
fundamental. Historia técnica y estética de las suertes del toreo», un
compendio de 300 fotografías en las que intenta explicar al lector cuántas,
cómo se llega a ellas y por qué son importantes las suertes fundamentales del
toreo del siglo XXI. Y conociendo la trayectoria y la carrera de José Luis todo
hace pensar que esta obra pudiera ser la continuación de su otro gran libro de
cabecera titulado hace ya casi dos décadas «Todas las suertes por sus
maestros». Pero no. Lo niega en rotundo. «He querido hacer un libro
radicalmente distinto. Lo que pretendía desde un primer momento era que no se
pareciera a aquella edición en la que los maestros explicaban cómo debían
realizarse las suertes», señala el periodista.
Sobre
cómo surgió la idea de explicar al mundo en qué se basa el toreo en la
actualidad, José Luis Ramón explica a CULTORO que «la idea principal fue la de
crear una serie de ensayos dedicados al toreo fundamental. En primer lugar
publiqué cuatro ensayos mucho más recortados en la revista 6 Toros 6, y viendo
que podía tener un cuerpo mucho más extenso, los dejé de publicar en la
revista».
Un
profesional que entregó su juventud a la carrera novilleril y el alma de su
vida al oficio periodístico de estar al día de la información taurina pareciera
que todo lo relacionado con la tauromaquia lo tendría en su mente. Pero
sorprende la actitud del propio José Luis afirmando que ha aprendido
escribiendo el libro. «Ahora conozco muchas más cosas del toro, del
torero y de la técnica de las que conocía antes, porque quería hacer un libro
que se centrase exclusivamente en el toreo fundamental y creo que lo he
conseguido. Las suertes fundamentales, que son tres -verónica, natural y
estocada- las he ampliado hasta trece, entre las que entran el cruzarse, el
medir las alturas, ganar o perder pasos… porque la idea principal era
aumentar el campo de las suertes fundamentales».
La
constante evolución de la tauromaquia unida a la disparidad y también constante
evolución en los gustos del aficionado exigen n constante movimiento en el
concepto del toreo que cada década lleva consigo. Es precisamente lo que quiere
plasmar el autor en el nuevo libro. «Ha cambiado el toreo tanto desde Paco Ojeda
hacia acá que suertes que antes eran complementarias ahora son fundamentales.
Además , se puede ampliar el concepto de fundamental y en la obra he pretendido
hacer precisamente eso. La cuestión, ahora, radica en la propia ejecución de la
suerte. Hoy día, no creo que sea menos fundamental una manoletina que un natural»,reitera el periodista.
Sobre
el contenido práctico de «El Toreo fundamental», el escritor comenta
que «tiene
cerca de 300 fotografías, y el desarrollo de cada capítulo es el desarrollo de
la estética del toreo, el desarrollo por ejemplo de la verónica, con su
historia desde las primeras verónicas antiguas con la mano muy por encima de la
montera hasta la actual de mano baja. Se habla sobre las aportaciones de los
distintos toreros a la técnica fundamental, cómo paulatinamente se va bajando
la mano, cómo se va penetrando en el terreno del toro. Además, todo ello
conjugado con un desarrollo histórico, técnico y estético que no va sino
encaminado a la explicación de las claves taurómacas fundamentales».
Y aquí
es donde se abre el debate acerca de qué toreros han sido los que realmente han
dado el paso firme de cambiar un concepto y, por ende, cambiar una época en la
tauromaquia. «Entre el natural de Bombito y el de Perera o El Juli van pasando
nombres claves como los de Chicuelo, El Cordobés, Paco Ojeda o José Tomás. Y en
esa evolución misma de las suertes fundamentales radica el contendido de la
obra».
Pero,
¿qué idea se queda grabada en el aficionado de a pie cuando analiza el toreo
actual con la obra? El propio autor argumenta que «creo que el aficionado de a
pie seguiría pensando que el toreo es un organismo vivo y que cada aportación
de cualquier torero nunca se echa en saco roto, sino que permanecer. Un chaval
de cualquier escuela que aprende a torear no sabe que en su colocación está
Belmonte. El toreo, vuelvo a repetirlo, es un organismo vivo y en constante
evolución y cada torero genial que llega deja su propio sello. La tauromaquia
no es algo inmutable y cada cierto tiempo va perfeccionándose un toreo
fundamental nuevo».