VÍDEO

Una joven da de comer fruta a un toro bravo: el acuciante peligro que entrañan estas imágenes


viernes 27 enero, 2023

Un imponente astado jabonero no pone problema alguno en tener un contacto directo con su ganadera, que le da de comer fruta.

Toro Fruta
Un toro en una imagen de archivo y, a la derecha, la joven dando fruta al animal. © J. J. Diago

Hay imágenes que nunca dejan de sorprendernos. Una de ellas es la unión que puede existir entre un animal y una persona: ya lo vimos en otras ocasiones, como ese vínculo se daba con perros, gatos o caballos, pero esta vez es distinto al tratarse de un toro bravo y una mujer. Gracias a un vídeo publicado en redes sociales vemos cómo el animal se acerca para tomar fruta directamente de la mano de ésta.

Lo relevante de este vídeo es el contacto existente entre ambos: todo lo hace sin brusquedades, sin asustar a un animal que podría arremeter contra ella si nota algo raro. Nunca hay que olvidar que estos animales son imprevisibles y sus reacciones pueden acabar de una forma fatal, por ello es importante el contacto visual entre ambos, teniendo un papel fundamental la voz y el olor.

De ser un animal bravo, que lo es, seguramente sería un toro cuidado a biberón, un astado que pudo perder a su madre o ser repudiada por ella cuando tenía pocas horas de vida. De ser así, rápidamente los ganaderos tuvieron que hacerse cargo de animal, existiendo un vínculo de por vida entre el animal y el hombre. Pero esto no siempre es así, ya que hay muchos toros que al entrar de nuevo en contacto con la manada pierden ese hilo directo que tuvieron en su tiempo.

En este vídeo vemos como el toro jabonero se acerca a paso lento a comer de la mano de la mujer; le gusta aquello que le ofrece y no muestra peligro alguno. Ella, conocedora de la situación, no tiene problema alguno en estar con él, son amigos y eso se nota. Pero no olvidemos que este es un animal bravo y no todo el mundo puede tocarlo o darle de comer, son ejemplares excepcionales, pero que no se dejan tocar por cualquiera.

El astado -de una imponente arboladura- no tiene problema en que la ganadera le rasque el hocico o en que ésta le dé de comer de su mano. La nobleza de este animal es sorprendente, llegando a un punto en el que no le importa que estén otras personas alrededor. Él disfruta de un desayuno que ninguno de sus otros compañeros de camada tiene.

https://www.youtube.com/shorts/MFNmg-p_-DA