JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Le esperan unos días frenéticos, como la figura que es más allá de los Pirineos y el trato de respeto máximo que en la piel de toro se le profesa. Dax, Bayona y Béziers son la terna de plazas que copan su mente este jueves. Sin duda, un triple compromiso crucial para tu campaña 17, a los que se suman fechas como Calatayud. Pero lo realmente importante de este ramillete de compromisos radica en Béziers el próximo martes: un matador de la talla de Bautista, figura gala, afronta el próximo día 15 otro reto de envergadura en su carrera al matar la corrida de Miura en duelo con Rafaelillo.
El torero de Arles vuelve a sumar en su pedigrí de variedad de encastes agrandándolo a otros que ya ha matado este año como La Quinta, Adolfo o Murube. Además, un helicóptero volará en medio de esta intensa aventura para volar desde Dax a Calatayud y cumplir con su doble compromiso del domingo. Unos días de aventura en toda regla…
En primer lugar, Juan, ¿cómo te encuentras, física y psicológicamente en este inicio de agosto ante el aluvión de festejos que se te avecinan?
Me encuentro muy ilusionado. Esa es la palabra que lo resumen. Me esperan tardes de mucha importancia pero que me ilusionan muchísimo. Ahí está lo de Dax, que no estaba previsto pero me hace un gran gusto volver a esa plaza. También Béziers, Colmenar, Bayona, Nimes, Arles, Guadalajara, Logroño… citas muy importantes en esta última parte de la campaña.
¿Cómo analizarías esta primera parte de campaña? Tu doble paso por Madrid no tuvo suerte en lotes, pero sí has logrado paulatinamente ir escalando, triunfo a triunfo, para llegar a ese súmmum que fue la faena de rabo al toro de La Quinta en Mont de Marsan, ¿puede ser una de las faenas de tu vida?
Espero poder conseguir todavía mejores. Tengo la ambición de ir avanzando como torero, pero a día de hoy es una de las más bellas e importantes. Todos los toreros debemos dar el máximo en la temporada. Creo que en Madrid o en Valencia o Pamplona, donde no he triunfado, me siento tranquilo porque he dado lo máximo sabiendo las circunstancias de lo que tenía enfrente y mi forma de entender el toreo. Disfruté con aquel toro de Cuvillo en Madrid, al que le faltó fuerza pero tuvo calidad, también con ese segundo toro de Adolfo que fue complicado por la poca fuerza. En Valencia no hubo opción con la de Alcurrucén, en cambio en Pamplona me sentí con poder y con facilidad con una corrida dura y exigente de Cebada. Me he adaptado a lo que he tenido. El toro de Rehuelga de Sotillo lo indulté, le corté un rabo al de Mont de Marsan, la tarde de la encerrona de Nimes también fue un punto importante en mi carrera y en mi vida. Se llenó la plaza de Nimes y volví por la Puerta de los Cónsules por quinta vez consecutiva.
También me quedo con ese triunfo importante en Arles, cortando dos orejas en la feria de Pascua, o mi tarde de Vic Fezensac con una oreja a una seria corrida de Alcurrucén. Cuatro corté en Istres, en una tarde en la que acudió mucho público como en todas en las que esta campaña he hecho el paseíllo en Francia.
Me hubiera gustado triunfar todas las tardes, pero en algunas no ha podido ser porque no han ayudado los toros, pero le he intentado sacar el máximo partido a cada uno de ellos.
¿Hasta qué punto merecen la pena todo este tipo de gestas con encerronas en plazas de primera, de llenar plazas, de matar todo tipio de encastes, de ser un figurón del toreo más allá de los Pirineos y que en España, aunque seas respetado, no terminen de aceptarte en la cumbre?
Son situaciones distintas pero es así. Lo asumo. En otras etapas he estado mejor situado en España. Este año he logrado una colocación deseada en San Isidro, he estado también en ferias importantes y está claro que no estoy en la misma situación en mi país que en España, pero el tratamiento no es el mismo. Sí merece la pena. Sigo apasionado del toreo, sigo teniendo la ambición de igualar esa situación y de seguir avanzando como torero. Tengo la ambición de volver a triunfar en Madrid, este año no ha podido ser pero el ambiente con la afición y con la prensa nunca lo he tenido. Hay que seguir evolucionando y tener la ambición de ir a más.
Tienes una múltiple cita en los próximos días copada por los compromisos de Dax, Bayona y Béziers. Triple compromiso crucial para tu campaña 17, a los que se suman fechas como Calatayud. Te enfrentas, por cierto, a una corrida de Miura en Béziers mano a mano con el especialista en el hierro de Zahariche: Rafaelillo. Y, además, con avioneta y helicóptero de por medio dos días antes para ir de Dax a Bayona. Unos días de aventura en toda regla…
El fin de semana que viene es trepidante por todo eso. Lo de Dax mi ilusión es volver. Es una pena tener que ir sustituyendo a un compañero, pero son cosas del toreo y estaré presente en una feria en la que estaba varios años ausente. Volver en un cartel de máxima categoría me hace ilusión. Lo del viaje a Calatayud es complicado, pero lo tenemos preparado ya. Una de mis ambiciones actuales es demostrar al aficionado mi capacidad a acoplarme y a entender diversos encastes y ganaderías que me vean de forma lidiadora y poderosa. Esa tarde de Béziers, plaza de primerísima categoría, hago un duelo con el especialista en una corrida de máxima tradición en Francia. Me ilusiona mucho. Béziers no es mi plaza ni mi ciudad y me gusta ese reto por esa parte también. Es una demostración de ambición, de demostrar cosas… lo hago porque me apetece y porque sí. Igual que cuando anuncié mi encerrona de Nimes.
Del conjunto global de la temporada, ¿con qué te quedas y con qué no te quedas en cuanto a presencias, faenas, contrataciones y citas clave como la encerrona?
La temporada, sobre todo, te deja una sensación positiva interiormente. Cada tarde que toreo me encuentro fresco, consigo sacarle partido a muchos toros, entenderlos, me adapto a diversos encastes y ganaderías, algo que me ilusiona y proyecta. Lo más relevante es lo de Nimes, Mont de Marsan… y en España he tenido tardes bonitas como Alicante. En Madrid no triunfé pero la faena al toro de Cuvillo fue buena: creo que he cortado orejas en Madrid haciendo menos que lo que le hice a ese toro. Estamos en agosto y no se ha toreado aún un número muy grande de corridas, no es como hace diez años que llegabas con cuarenta corridas. Ahora son la mitad, pero intento torear lo máximo.
Sigues en la lucha con tus apoderados, José Ignacio Ramos y Mariano Jiménez, en tierras hispanas. Al menos externamente la presencia de Simón también en tu carrera se ve como positiva, pero ¿cómo valoras realmente este acuerdo que se cerró el pasado invierno y cómo ha evolucionado?
Contento por todo en general. Con Mariano y José Ignacio llevamos dos años trabajando juntos. Simón, este año ha vuelto a entrar en mi equipo en varias etapas de mi carrera. Este año ha vuelto y me hace mucha ilusión por su situación actual. Tengo una relación de casi familia con Simón y es un agrado que esté a mi lado. Yo lo veo positivo todo. Habrá que seguir trabajando para los próximos meses.
Se acerca la goyesca y la “miurada” de Arles. Una cita en la que la afición francesa se reúne en esa gran plaza para hacer de esa jornada todo un acontecimiento.
Con todo el equipo de la plaza de Arles estamos preparando la Feria. Son dos corridas, la tradicional goyesca, que vuelve El Juli, vuelvo yo y se presenta Cayetano, que por vez primera torea una goyesca distinta a la de Ronda. Al día siguiente, Miura celebra también su 175 aniversario en Arles. La Feria de Pascua fue un éxito con cosas muy importantes. La decoración de la goyesca siempre es una cita fuera de lo normal. Este año un artista francés redecorará a su gusto el ruedo y un trompetista que llega desde Venezuela amenizará la cita para darle un acento musical distinto. Es una de las corridas más especiales de la temporada gala. Vale la pena verla al menos una vez en la vida. Este año estamos todos deseando que llegue el día.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO