Juan de Castilla dejó una espeluznante portagayola al sexto de Dolores Aguirre, un animal de muy seria estampa y con el que hacía el gesto de salir tras ser revisado de una cornada de 15 centímetros en la espalda y otra herida en el escroto por el tercero del festejo. Así fue su encuentro con el cierraplaza en chiqueros:

