Juan Leal es otro de los jóvenes espadas que está dando la Francia taurina, uno de esos toreros que tras tomar la alternativa se asentó como futurible figura del toreo en su país. Le costó encontrar el camino, las volteretas, cornadas y las pocas oportunidades le hicieron cortar una evolución que se venía fraguando desde sus inicios.
Como los fondistas, poco a poco fue cogiendo su ritmo, sin salirse de punto fue quemando etapas hasta que la pandemia lo paró en seco como al resto de sus compañeros. Este 2022 está siendo muy importante, con triunfos destacados y actuaciones clave en plazas francesas y españolas.
Un torero que en la pasada Feria de la Vendimia de Nimes se jugó literalmente el pellejo en una tarde que compartió con dos gallos de pelea como Roca Rey e Isaac Fonseca, cartel internacional que puede ser base de las ferias del futuro. Ahora toca Madrid, una plaza de máxima exigencia, de ahí que quisiéramos hablar con Juan, saber cómo se encuentra, cómo llega a su cita más importante del final de año.
Una tarde difícil la de Nimes en la que saltaron las alarmas, sin ir más lejos el diestro galo preocupó a los doctores en el traslado al hospital tras sufrir una reacción química a la infiltración que se le había puesto para que saliera a lidiar al segundo de su lote. Esa reacción provocó que el torero se cayese delante del toro y fuera volteado nuevamente, agravando las lesiones que ya venían del primer toro.
Juan Leal comenzó a convulsionar y a tener verdaderas dificultades para respirar, lo que hizo temer a los doctores por una posible lesión interna que, afortunadamente, se quedó en reacción a la infiltración, como se constaría más tarde en el hospital. De eso y de mucho más hablamos con el torero francés, un espada que tiene entre ceja y ceja la corrida del próximo 9 de octubre.
Juan Leal: «Cuando salió el toro, se me durmieron los brazos y las piernas delante»
«Me cogió mi primer toro, seguí toreando el animal, y fue muy bonita la conexión con el público. Me metí para adentro a la enfermería y la idea era anestesiarme las costillas, porque me dolían mucho; ahí me pincharon anestesia, y me dio reacción» nos contaba Juan Leal tras lo vivido en Nimes.
Seguimos preguntándole sobre el susto vivido aquella tarde y las consecuencias que pudo tener: «Tenía un hormigueo en los labios, y el médico me dijo que era normal, y que iría a menos. Cuando salió el toro, se me durmieron los brazos y las piernas delante, me desvanecí y hasta el hospital no me acuerdo de nada. Cuando te da reacción ese tipo de medicamentos, llegan las convulsiones, como así ocurrió».
Una tarde que pese al susto y a los problemas que está acarreando acabó en un triunfo incontestable pese al fallo a espadas: «Así es, por fortuna, salió todo bien y queda el recuerdo de una tarde imborrable en el Coliseo. Por la espada, no fue una tarde redonda».
Ahora Juan Leal enfoca su recuperación de cara al próximo 9 de octubre en Las Ventas, una fecha marcada en rojo en el calendario: «Es la fecha que tengo en la cabeza y por la que estoy luchando, sé que es difícil, que no ha sido una lesión leve, pero nadie me va a quitar la ilusión de poder estar».
Para ello está intensificando las sesiones de recuperación, todo para llegar a todo y recuperado: «Son sesiones con el fisio muy molestas. Hasta hoy no he podido torear de salón. Estoy yendo al fisio, José Antonio Salas, que está muy acostumbrado a bregar con torero, y él sabe los movimientos y los plazos que necesitamos para torear. Estamos haciendo un trabajo bastante bueno a pesar de la lesión que es. No se pueden hacer milagros, pero estamos intentando recuperarnos en tiempo récord», nos contaba el espada francés.