El ganadero madrileño Juan Pedro Domecq Morenés acudió en la tarde del pasado miércoles a la llamada de la peña taurina “El Trapío” de Toledo para hablar de la temporada recién finalizada y de sus objetivos para la venidera. Un ganadero que, tras quedarse fuera de Sevilla y no estar anunciados en los carteles de postín en Valencia o Madrid, realizó una de las campañas más importantes para este hierro en los últimos lustros.
Un hombre que tuvo que tomar las riendas de dos proyectos ganaderos -Parladé y Juan Pedro- tras el repentino fallecimiento de su padre. Durante varios años se sumergió en los libros para encontrar los hilos de donde tirar. Tenía en la cabeza un tipo de toro, pero sabía que únicamente llegaría a ese lugar si encontraba nuevos sementales donde apoyarse, esos que complementaran todo lo bueno que estaba por venir.
Poco a poco fue reduciendo su ganadería, pasando los animales del hierro de Domingo Ortega -Parladé- al de la V de Veragua -Juan Pedro Domecq. Tras bucear en los libros, visitar otras casa ganaderas y hablar de toros hasta la saciedad con amigos y compañeros encontró un toro que tenía todas las virtudes que buscaba como ganadero. Se llamaba “Cantaclaro”, un toro que toreó David Mora en Vistalegre en febrero de 2016, uno de esos animales que salen en contadas ocasiones.
“Hay nombres de toros que invitan a embestir. “Cantaclaro” no podía fallar ni por bautismo ni por hechuras. Y no falló. Superior el ejemplar de Parladé. De pronto arranque, humillado desde un tranco antes del embroque, bravo hasta el final en la persecución de los vuelos” escribió aquella tarde Zabala de la Serna en las páginas de El Mundo. Un animal que fue desde el que Juan Pedro empezó a construir ese proyecto ganadero que en 2023 rompió con toda su fuerza.
“Todo comenzó con un toro que toreó en Vistalegre David Mora, un animal al que le corté los testículos para inseminar… y ahí estaba gran parte de lo que buscaba. Eso me ilusiona, porque es hacia donde voy, y un tipo de embestida que me gusta y que genéticamente se transmite” comentaba el propio ganadero en el día de ayer.
Un criador de bravo que no esconde que la inseminación artificial es algo que ayuda a que muchos ganaderos encuentren ese semental que buscan: “Soy totalmente partidario de este tipo de prácticas, sobre todo para abrir la ganadería y para abrir caracteres ocultos. Lo hago desde hace muchísimos años, sin ella no hubiera sido posible trasmitir genéricamente las virtudes de “Cantaclaro” a las vacas de mi casa”.
Vacada que ha rayado a un nivel altísimo este 2023, llevándose varios premios en plazas como Burgos, Granada, Huelva, o Valencia: “Este año ha sido el mejor año de mi vida ganadera. Es el comienzo de un ciclo nuevo. Estoy ilusionado. Luego me podré equivocar, pero creo que con todo mi equipo llevo muchos años trabajando porque Juan Pedro Domecq sea una ganadería grandiosa que esté arriba en la demanda de todas las grandes figuras”.