Este jueves, el diario La Razón publicaba una extensa entrevista a Julián López ‘El Juli’, que el próximo sábado se despedirá de la plaza de toros de Las Ventas en un cartel conformado por José Ignacio Uceda Leal y Tomás Rufo. Un festejo donde se lidiarán astados de las divisas charras de Puerto de San Lorenzo y La Ventana del Puerto, bastión del encaste Atanasio-Lisardo, aunque el segundo hierro esté formado con astados de procedencia Domecq.
Una tarde muy especial para un torero que tiene por delante dos paseíllos muy especiales y ponerle la rúbrica a esta primera etapa de matador de toros. Espada que tomó la alternativa hace ahora 25 años y que decide dar por finalizado un capítulo importante de su vida, ese en el que tocó la gloria, pero en el que también vivió la cruz del toreo tras sortear la muerte ante toros de Guardiola y Victoriano del Río en Madrid y Sevilla.
De todas sus declaraciones se pueden entrever que no es un adiós definitivo, sino un hasta pronto, el cierre de una etapa que empezó desde muy niño y que ahora con casi 41 años quiere ponerle fin. Se irá en plena madurez, con las facultades intactas para seguir ahondando en su toreo, pero era el momento de dejarlo para un torero que no quería que le invitaran a irse, sino que fuera él el que pusiera la fecha.
Será la primera vez que Julián no tenga que pensar en el mañana; ya no habrá, por el momento, más Feria de Abril, San Isidro o Semana Grande de Bilbao. Ahora toca descansar, dedicarle tiempo a su familia y su ganadería, ver toros y disfrutar de las ferias desde el tendido. Por todo ello le preguntaba Patricia Navarro en la entrevista publicada en el día de ayer en la sección taurina de La Razón
El Juli: «El mundo del toro es el que más controlo y eso hace que en principio me visualice en esto»
¿Cómo se imagina el día después de toda esta vorágine en la que lleva metido toda la vida?
Me he sacrificado mucho por la tauromaquia y mi familia también. Esto te cambia la vida a ti, pero también a tu entorno. Sí, tengo ganas de vivir unos momentos de tranquilidad sin esa presión y el agobio de estar siempre con un compromiso importante cercano. Disfrutar del campo, la familia y mis aficiones en un primer plano.
¿Y después?
Soy una persona joven y trabajadora y me gustaría hacer un proyecto y hay por ahí cosas que me ilusionan. La sensación de torear es insustituible, pero quiero hacer cosas.
¿Qué se ve haciendo?
El mundo del toro es el que más controlo y eso hace que en principio me visualice en esto, pero no me cierro a otras opciones. Gracias a la tauromaquia he conocido a gente de ambientes diferentes que también me aportan mucho.