Los rumores de apoderamiento de López Simón por Julián Guerra finalmente han fructificado en realidad. Mentor y torero, que ya llevaban un año compartiendo entrenamientos y charlas, entendieron que podía ser buena idea unir sus carreras por un beneficio común.
El matador madrileño asegura que Julián «es el hombre que me levantó de mi momento malo y el que me recondujo por la senda del toreo. Es con quien más charlas profesionales y personales he compartido y un hombre que entiende mi personalidad y mi concepto. Después de muchas conversaciones con otros apoderados, a los que les agradezco mucho el interés, entendí que tal vez era Julián la persona con la que debía plantearme mi futuro. Lo hablamos y él también decidió apostar por mí».
Preguntado sobre su comunicado, en el que negaba que hubieran existido conversaciones con Guerra, Alberto es claro: «fue a partir de entonces cuando nos planteamos la posibilidad, pero era cierto que aún no había hablado nada con él. Llevo mucho tiempo entrenando con él y viajando a Salamanca para pulir mi concepto a su lado como profesional que es, con un concepto muy claro del toreo en la cabeza, que me aporta valores y mentalización. Entiendo que entonces se hablase de la posibilidad y hasta yo me sorprendo de no haberlo hablado antes con él, pero ya está hecho y ahora, a trabajar para lograr nuestros objetivos».
De esta manera, López Simón elige el camino de la independencia, algo en lo que apoderado y poderdante están muy de acuerdo, porque para el de Barajas es mejor «que prime la calidad sobre la cantidad, y quiero ser dueño de mi destino para poder elegir, aunque eso implique también el riesgo de equivocarme. Creo que es lo bonito del toreo, la libertad».
López Simón agradece, además, la labor de Antonio Palla, «que se ha prestado a ejercer de interlocutor en las contrataciones en una prueba de amistad que siempre le agradeceré», además de los numerosos apoderados que han mostrado su interés en dirigir su carrera.