Otro de los participantes de este «VIII Certamen Alfarero de Plata» es el novillero Kevin Alcolado, un joven que a base de tesón y sacrificio ha conseguido llegar a un certamen como este. Muchas miradas están puesta en su persona, por ello sabe de la presión pero también del privilegio que tiene estar en un cartel como este.
Cultoro ha querido ponerse en contacto con este prometedor novillero para saber de primera mano cómo encara esta oportunidad que se le da en Villaseca, una feria que sin duda es de las más especiales para todo aquel que busca abrirse camino en este mundo: «Vamos muy ilusionados y con muchas ganas. Llevamos una temporada en la que están saliendo resultados en la plaza. Cada día estamos avanzando un escalón más y afrontamos la tarde con muchas ganas».
Sus inicios no fueron fáciles, el sueño parecía lejano cuando decidió dar el paso y apuntarse a la escuela taurina de Alicante: «Empecé con 12 añitos en la escuela taurina de la ciudad, en la actualidad ya llevo varias clases prácticas y novilladas a mis espaldas. De mi escuela soy ya uno de los más veteranos; creo que llevo una trayectoria buena para como está esto y esperemos seguir avanzando».
Pese a que su carrera no es muy extensa ya lleva un buen número de paseíllos desde que se puso por primera vez delante de un animal bravo: «De momento llevo dos novilladas sin caballos, pero antes ya toreé unas 15 clases prácticas, creo que llego en un buen momento».
Villaseca de la Sagra supone un punto y seguido para su corta carrera, una oportunidad para seguir evolucionando para conseguir el sueño que todos tienen en la cabeza: «Villaseca es fundamental para un novillero, por eso el domingo daré todo de mí. Es una oportunidad muy buena que se le da a los jóvenes. Hay que aprovecharla y dar la cara como en todos los lugares».
Un novillero que pese a su juventud tiene muy claras las cosas, sabe lo que quiere y como conseguirlo. Busca un tipo de toreo definido, ese que le llena plenamente: «Me gusta la pureza del toreo, el clasicismo. Me fijo en todos los toreros, porque creo que cada uno de ellos tiene algo bueno que me puede aportar, para llevarlo a mi forma, a mi toreo, y me gusta fijarme en cada uno de ellos y cada uno tiene algo bonito. Y, sobre todo, el maestro Manzanares, de aquí de la tierra«.