Marco Pérez se sobrepuso, en quinto lugar, a una doble y tremenda paliza del animal en el ecuador de la faena. El utrero, que se metía por dentro en el embroque especialmente al natural, lo prendió en dos ocasiones. Así lo narramos:
De nuevo al portón de los sustos se fue Marco Pérez a saludar al quinto, de nuevo, de El Freixo, un animal al que le recetó la cambiada en chiqueros y luego varios delantales de buen son. Tras las varas, muy firme fue el quite por gaoneras del charro. Rafael González anduvo sembrado capote en mano. Por cambiados en las cercanías al 7 fue el inicio de faena del salmantino, que dejó un fulgurante prólogo antes de sellar una vibrante serie por la derecha. Aunque más tardó, cuando la tomaba por el izquierdo era también con clase, e hizo un esfuerzo en tirar de él Pérez y en aguantar tarascadas del animal. Tremenda la doble voltereta que le dio en el ecuador de la faena. Y se repuso como un jabato Marco Pérez, que estuvo soberbio y aguantó la doble paliza con pundonor. La lástima fue el doble pinchazo antes de dejar una trasera.




