MARÍA FUENTES
“Un referente en la provincia de Salamanca con una gran importancia y repercusión a nivel nacional”. Así define Jesús María Ortiz, diputado de la Escuela Taurina, a este colectivo de la Diputación Provincial de Salamanca que el pasado 16 de noviembre inauguró su trigésimo cuarto curso con las ilusiones renovadas y consolidando su sitio en el sector.
Un total de 60 plazas cubiertas en su totalidad, 60 almas que sueñan el toreo y ven aquí el refugio para hacer realidad sus sueños.Este año ha arrancado con la peculiaridad de que todas las clases se imparten en Salamanca, hasta donde vienen los lunes, miércoles y viernes alumnos tanto de la capital como de diferentes puntos de la provincia. “El número de alumnos se ha reducido y eso también lleva implícito que el trato va a ser aún más cercano, con un profesorado de calidad que va a estar más cerca de cada alumno, atendiéndolos todavía mejor. Lo que queremos es que se sigan educando en valores humanos, no sólo en valores taurinos. Que sean además de buenos alumnos taurinamente hablando buenas personas”, matiza el diputado.
Así, Ortiz asegura que desde la Diputación de Salamanca “se va a seguir potenciando más si cabe” a este colectivo “con más fuerza que nunca y de forma más rotunda”.
El presupuesto de la Diputación destinado a la Escuela ronda los 140.000 euros. “Hacemos mucho por muy poco”, matiza Ortiz. El apoyo de la Diputación se basa en mantener las instalaciones del pabellón del recinto donde se imparten las clases, en promocionar los festejos populares en los pueblos subvencionado novilladas o clases prácticas, el alquiler de animales para la parte práctica de la formación de los alumnos o la puesta en marcha del certamen que cada año se organiza en el Recinto Ferial aprovechando la celebración de Salamaq. Además, este año la Escuela, en colaboración con la Junta de Castilla y León, ha puesto en marcha el proyecto ‘Escuela Itinerante’ llevando la verdad y la pasión de sus alumnos por las diferentes capitales de Castilla y León.
Han cerrado el año con un total de 121 espectáculos taurinos por diferentes puntos de la geografía española y en una gran parte de los pueblos de Salamanca. “Cada vez son más los municipios que demandan nuestro apoyo pues muchos Ayuntamientos si no fuera por la Escuela no podrían celebrar festejos taurinos en sus fiestas patronales”, explica.
La Diputación de Salamanca, fuera de polémicas, tiene claro cuál es su postura. “Apoyamos sin complejos la Fiesta de los toros y la Escuela forma parte de ese apoyo. La tauromaquia tiene una importancia primordial en nuestra identidad y también en la economía de la provincia, que a nadie se le olvide, pues son muchísimos puestos de trabajo los que genera y muchísimas familias que viven de esto”, concluye.
José Ignacio Sánchez: “Hay alumnos con un potencial tremendo”
“El toro es mi vida”. Con esa frase, rotunda, clara y sincera, sorprendió un alumno al director de la Escuela Taurina de la Diputación de Salamanca, José Ignacio Sánchez, sellando esa afirmación con un “improvisado” tatuaje en su brazo izquierdo. Eso, según Sánchez, demuestra “la pasión” con la que los alumnos viven su rutina.
El alumno más pequeño tiene 8 años y el más mayor 20. “Estamos muy contentos con los resultados. En los últimos 2 años desde la Escuela se lanzaron 3 novilleros con mucha proyección de cara a esta próxima temporada como fueron Antonio Grande, Diosleguarde y David Salvador y el año que viene si su evolución sigue siendo tan positiva podrían debutar dos alumnos como son Leonardo Passareira y Valentín Hoyos”, explica.
La rutina la va definiendo el día a día. Según explica José Ignacio, “lo más importante es el aprendizaje de las distintas suertes del toreo y conocimientos de la tauromaquia pero luego también está la parte humana, que para nosotros es fundamental, e intentamos inculcarle valores que están muy ligados a este mundo como la lealtad, la verdad o la honradez”.
La educación física se trabaja todos los días, actividades grupales y otras muy individualizadas. “Hay cosas que se tienen que trabajar específicamente en cada alumno y con la forma que cada uno tiene de interpretar el toreo. Nosotros le corregimos puntualizaciones técnicas, y luego cada uno desarrolla su personalidad”, añade.
José Ignacio Sánchez ve con optimismo el futuro, asegura que en la Fiesta de los toros “siempre ha habido polémicas y siempre ha sufrido crisis” pero “es muy díficil que puedan con la ilusión de tantos”. “La tauromaquia es un arte y nosotros lo vemos cada día. Hay niños con condiciones bárbaras y con un potencial tremendo, y con eso nunca van a acabar”.