TEXTOS: MARCO A. HIERRO / ILUSTRACIONES: JUAN iRANZO
Seis toros. Seis, uno detrás de otro, en el ruedo más importante del mundo. Así concluye Antonio Ferrera su campaña madrileña, poniendo la guinda al cocido, que no al pastel de 2019, un año duro, difícil, exigente, pero con el troquel de significar un antes y un después en su carrera, Seis toros, cuatro encastes y una plaza entera para juzgar su labor. No. Una encerrona en Madrid nunca es un mero trámite.
Es su apuesta personal, su afán por convertir la tarde de hoy en la más importante de su carrera. Antonio Ferrera es tan veterano en tracas y metas que lo de hoy va un paso más allá de conquistar la gloria; lo de hoy, para él, es una bala para entrar en la historia. Y ha sido tantos toreros en la evolución de su carrera que tiene repertorio Antonio para aplicar a los seis toros que le medirán el temple y el corazón. Lo que está por ver es si puede aplicarlo con precisión y añadir, además, esa selección de fantasías que siempre guarda bajo la chistera el extremeño de Ibiza. Será en su festejo número 41 de una temporada triunfal en la que le viento ha soplado a favor para pasear 49 orejas y cuatro rabos, todos ellos de toros que ha indultado en esta campaña. Todo un récord que hoy, en el ruedo grande, tendrá que revalidar.
El último toro que Victoriano del Río echa este año en Madrid va a venir a juntarse con el autor del único indulto que tiene la vacada este año en su haber. Fue en Badajoz cuando Antonio Ferrera le perdonó la vida al animal y hoy se verá con otro del mismo hierro, aunque no esté la divisa en su mejor año.
Queda pendiente para el año que viene el examen de Juan Pedro en Madrid, porque tampoco el pasado domingo echó el toro que se espera de esta vacada, que tiene hoy su último control de la temporada en Las Ventas. El indulto de El Puerto de Santa María y el rabo que paseó el de Chivas en la goyesca de Arles ponen la calidad de una vacada que nunca la ha perdido, pese a que haya decrecido su regularidad en echar el toro de triunfo. Sigue siendo un referente.
Una de las ganaderías más regulares del campo bravo es esta, que pasta en tierras salmantinas de Alaraz y también lleva cuatro indultos este año, con 55 orejas, 18 faenas de dos trofeos, tres rabos y un sinfín de toros embistiendo en las 23 corridas de toros que lleva lidiadas este año. Todo un seguro porque el ganadero es uno de los más listos a la hora de echar toros a este ruedo, y suele equivocarse poco.
Con los ecos de Portugués aún en el recuerdo de los aficionados, Cuvillo lidia hoy su último toro de la temporada en Las Ventas siendo, como siempre, una de las tres o cuatro ganaderías más importantes del mundo. Y tal vez, junto a Garcigrande, la más regular.
A pesar de que sólo Paco Ureña ha sido capaz de cortarle una oreja a un toro de este hierro en Madrid en las dos corridas de toros que lleva lidiadas este año en este ruedo, Alcurrucén es, tal vez, el hierro que más faenas célebres ha propiciado en la historia de Las Ventas y del toreo. Los Núñez de los hermanos Lozano también tienen una historia con Antonio Ferrera y hoy querrán brillar entre tanto hierro top.
En una encerrona en Madrid no podía faltar un toro gris, y hoy será el de Adolfo Martín, la ganadería de las entendidas como duras que suele echar toros de nobleza dulce y humillación enclasada con más frecuencia. Únicamente seis corridas de toros ha lidiado esta temporada, en la que no ha obtenido los triunfos que en otras, pero sí sobresale un Baratero lidiado en Colmenar Viejo por El Cid, premiado con la vuelta al ruedo. Y mañana, corrida completa en este mismo ruedo.