Lo que solía ser en diciembre, resultó darse sorpresivamente en septiembre. Esta temprana publicación del pliego de condiciones para la adjudicación de la gestión de la actividad taurina en el principal coso colombiano ya se presentaba como algo extraño.
El Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), a cargo de la administración de la plaza, propiedad del Distrito de Bogotá, ha acelerado la licitación en cumplimiento de un fallo de la Corte Constitucional que instó a sacar a concurso la gestión de la plaza o enfrentar posibles consecuencias legales. Esta medida parecía señalar un retorno de las corridas de toros a Bogotá en la próxima temporada colombiana.
Sin embargo, las condiciones del pliego de licitación han levantado las alarmas. El IDRD ha establecido las bases del concurso en el Acuerdo del Consejo de Bogotá que reglamentó las corridas de toros incruentas, una normativa que fue implementada durante la pandemia y que bloqueó la celebración de temporadas taurinas anteriores. Esta regulación fue recientemente declarada nula por un fallo de la Corte Constitucional que respalda la causa taurina.
La sorprendente decisión del IDRD ha llevado a especulaciones sobre la posibilidad de que la Alcaldía busque prolongar el conflicto legal y dilatar el proceso de adjudicación para evitar el regreso de los toros a Bogotá por otro año más. La Unión de Toreros de Colombia (UNDETOC) y Felipe Negret, defensor destacado de la tauromaquia en Bogotá, han presentado una solicitud al Juez 57 de lo Civil Municipal de Bogotá para que resuelva esta situación de manera expedita, garantizando que el concurso se ajuste a la Constitución colombiana y pueda llevarse a cabo sin obstáculos.
El futuro de la tauromaquia en la capital colombiana sigue siendo incierto, y la decisión del juzgado será crucial para determinar si los toros regresarán a la emblemática plaza de Santamaría en la próxima temporada.