SEVILLA

La Maestranza descubre un azulejo en honor a ‘Orgullito’ de Garcigrande


lunes 29 abril, 2019

‘Orgullito’, al que le perdonó la vida tras una extraordinaria lidia Julián López ‘El Juli’ cuenta con una cerámica en el ‘Corral de Manifiesto’ de la Plaza de Toros

‘Orgullito’, al que le perdonó la vida tras una extraordinaria lidia Julián López ‘El Juli’ cuenta con una cerámica en el ‘Corral de Manifiesto’ de la Plaza de Toros

EMILIO TRIGO

FOTO: JUNTA DE ANDALUCÍA / PEPE MORÁN

La Real Maestranza de Caballería de Sevilla ha rendido homenaje al toro ‘Orgullito’, de la ganadería de Garcigrande al que le perdonó la vida tras una extraordinaria lidia de Julián López ‘El Juli’. ‘Orgullito’ tiene desde hoy –lunes 29 de abril- un azulejo en los corrales de la plaza de toros en el que se recuerda el histórico indulto.

Santiago de León y Domecq, Teniente de Hermano Mayor de la Real Corporación, brindó el distinguido acto. Por su parte, el ganadero de Garcigrande, Justo Hernández, descubrió la cerámica, que figura en las dependencias del ‘Corral de Manifiesto’ de la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Un azulejo que está instalado junto a los indultos anteriores astados ‘Laborioso’ del Marqués de Albaserrada, ‘Arrojado’ de Nuñez del Cuvillo y ‘Cobradiezmos’ de Victorino Martín.

Al evento asistió el matador de toros Julián López ‘El Juli’, su cuadrilla, el presidente que sacó el ‘Pañuelo Naranja’, Pepe Luque y las altas autoridades de la Junta de Andalucía, Miguel Briones, Secretario General de Interior y Espectáculos, y Ricardo Sánchez Antúnez, Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, la empresa Pagés y el equipo de veterinarios de la plaza de toros.

  • Lunes, 16 de abril de 2018. Séptimo festejo de la Feria de Abril

El torero madrileño Julián López El Juli, que ha salido a hombros por la Puerta del Príncipe, ha protagonizado este Lunes de Farolillos en la Real Maestranza de Sevilla, durante el séptimo festejo de la Feria de Abril, una página histórica al cortar las dos orejas de su primer toro y las dos simbólicas del segundo, de nombre Orgullito con el hierro de Garcigrande, al que indultó después de una faena de largo metraje y cumbre por templada y honda. 

Julián recibió al segundo con buen son capotero, bajándole las manos e interpretando verónicas de compás abierto y volcando el pecho. Bonito recibimiento del madrileño a un toro feo de hechuras y bonito de cara. Tras una medida suerte de varas tanto Juli como Talavante hicieron uso de su quite imprimiendo compás y estética, por chicuelinas ambos. Buena brega de Montes y a caballo bien BarrosoJulián comenzó por abajo dominando la situación. Tras una zancadilla del toro ni se inmutó prosiguió igual de rodillas pasando el toro y por uno y otro pitón, dando muestras de quien mantiene aquí el poder. Julián empezó su labor amasando al toro como el panadero que pone a punto la masa para meterla en el horno. Así estuvo Julián al que destapó unas embestidas de este segundo de la tarde muy dulces, humilladoras fijas y entregadas en todo momento. Julián construyó una faena a base de ligazón, Donde exprimió a su oponente con un toreo muy templado siempre mandón y muy por abajo. El Juli nunca abusó de su poder pero toreó a merced a este buen toro. Verticalidad en cada soberbio muletazo y gigantesco empaque en su quehacer. Toreó sin toro, entrando y saliendo con garbosidad y con toda su técnica al servicio del toreo. Faena cumbre de El Juli que toreó con media muleta toda su faena, la otra mitad arrastraba el albero. Espadazo y dos orejas ante un buen toro.

Indulto

Julián recibió el quinto con un capote que pareció dar latigazos. Manos eléctricas y claudicación del toro. Tras la primera vara, El Juli se rompió a torear por verónicas como mandan los cánones. ‘Ohú’ que lío formó con el capote.  Brindó Julián a Sevilla y Sevilla se entregó con Julián. El madrileño desplegó todo su potencial para torear con el mayor de los tesoros que El Juli posee, su inagotable sabiduría. Julián construyó una faena sobre otra faena. La primera toreando a placer y la segunda apretando por abajo lo imposible. Todo ante un astado que gateaba y arrastraba el hocico por el albero. Siempre a más el toro y siempre a más Julián. Apoteosis de toreo con toda su artillería en marcha y toreó insultantemente poderoso y limpio. Una obra histórica ante un toro bravo que fue indultado. La Plaza lo tuvo claro y el presidente también. No se puede destacar ninguna serie más que otra, porque todo fue un conjunto de máxima excelencia. Dos orejas simbólicas.