FOTOGALERÍA: ALBERTO SAN MARTÍN
San Isidro ya agonizaba cuando Alberto San Martín se echó la cámara al ojo y retrató los instantes de una feria que ya iba pesando en todo. La última novillada del ciclo. El día después, ya avisado de que lo íbamos a atracar de esta forma. Un fotógrafo profesional, cántabro de nacimiento y madrileño de adopción, que llega a este mundo con la inocencia de quien no es aficionado, pero tampoco pretende que prohíban nada.
Su visión, la de tantos y tantos que se acercan por primera vez a una plaza de toros en un San Isidro cualquiera, le sirve a CULTORO para analizar la otra mirada.
¿En qué se fijan aquellos que aún no están contaminados por la vorágine diaria?