LA CRÓNICA DE PAMPLONA

La recompensa de los héroes


domingo 10 julio, 2022

Todos a hombros y gran corrida de La Palmosilla en su vuelta a Pamplona

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«Besos, ternura, qué derroche de amor, cuanta locura»

Así es el estribillo de la canción «Derroche», tantas veces cantada por Ana Belén y que hoy bien podría haber formado parte del repertorio musical de las peñas pamplonicas.

Sí, derroche de orejas, sonrisas en el palco( esos palcos presidenciales habitualmente  con usías de gesto amostazado) por parte de la señora presidenta ocasional ( que metió la pata negando premio a Escribano en el quinto)y dos toreros, Rafaelillo y Escribano, duchos en las más duras batallas y con el cuerpo asaetado de cornadas, que junto a Leo Valadez, tan nuevo aún y que se ganó anunciarse en Pamplona tras su soberbia tarde isidril ( donde sufrió una cornada y ni se inmutó), se las vieron con unos toros, de La Palmosilla, que con su noble y encastado juego les brindaron la ocasión para el triunfo y a fe que la aprovecharon. Fue, diríamos, la merecida recompensa a tantos sufrimientos pasados, aunque, en su segundo toro, Rafaelillo ( que en los últimos sanfermines prepandémicos sufrió en este mismo coso una cogida que puso su vida en el filo y le costó una muy larga recuperación) se llevó una tremenda voltereta en un cambio de mano por el pitón izquierdo de la que salió dolorido y maltrecho.

El público del sol y la sombra se olvidó de sacar a saludar al final del paseillo al torero murciano pero luego lo compensó con creces y se entregó a él, como Rafaelillo lo hace cada vez que se viste de luces. De rodillas y de pie toreó con largura, asiento y temple al que abría plaza, que marcó lo que sería la tónica general de la corrida, con su encastada movilidad y duración en las embestidas. El cuarto tuvo menos clase y le dio el susto antes reseñado, pero el torero volvió a entregarse y el público con él. A los dos los mató de sendos estoconazos.

Historia similar en su trayectoria profesional, aunque desde distinta tauromaquia, es la de Manuel Escribano y, como su compañero, esta tarde pudo gozar de unos toros y unas embestidas con las que no se encuentra la mayoría de tardes ( por cierto, tiene su guasa que eso suceda en Pamplona ). Recibió a sus toros a porta gayola- ahí, el guión no cambia nunca- ; banderilleó, a solas o con Valadez, con espectacularidad y muleta en mano corrió esta con largura, ajuste y temple. Lo hizo en su primero , al que mató de una estocada a ley, y lo mejoró en el quinto, importante toro, de gran fondo y humilladas embestidas ,  al que el torero de Gerena cuajó en especial cuando estas fueron por el pitón derecho. Disfrutó Manuel toreando,  pero un pinchazo antes de la estocada le sirvió al asesor de la presidenta para hacerse notar y recomendarle que se guardara el pañuelo. Qué cosas

El mexicano Leo Valadez, que debutaba en Pamplona, veía y vivía en el callejón el triunfo de sus compañeros en los dos primeros toros de la tarde y salió a no ser menos, manejando el capote con vistosa variedad. Compartió banderillas con Escribano , devolviendo así el gesto de este en el toro anterior y se empleó con la muleta con inteligencia, compromiso y amplio repertorio. El toro galopaba con alegre tranco y Valadez le dio distancia consiguiendo series por los dos pitones de buen embroque y largo trazo, culminadas con pases de pecho de gran expresión. Mató en rectitud y paseó feliz el doble premio. Al burraco y serio sexto le construyó una reposada faena basada en el toreo al natural toreando a pies juntos con largo y templado trazo, antes de las ajustadas bernadinas. La espada no funcionó como debía, el descabello se atascó pero lo hecho ahí quedó.

Salieron en triunfo los toreros ( los tres volverán, seguro, el año próximo) era la alegría del triunfo y las gentes fueron felices.

Y al que se ponga tiquismiquis peor para él.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza Toros Monumental de Pamplona. 6 de Feria San Fermín. Lleno

6 toros de La Palmosilla. De armónicas hechuras, astifinas cornamentas. De encastada nobleza y buen juego. El 5, extraordinario.

Rafaelillo: Dos orejas y oreja

Manuel Escribano: Dos orejas y vuelta al ruedo

Leo Valadez: Dos orejas y ovación

INCIDENCIAS: Todos a hombros, mayoral incluido.

GALERÍA: Emilio Méndez

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