REPORTAJE

La torería de la Hermandad del Baratillo


miércoles 23 marzo, 2016

Sumergiéndonos en la historia de esta señera Corporación del Miércoles Santo nos encontramos con que los rasgos taurómacos se encuentran bien cimentados en su pasado

Sumergiéndonos en la historia de esta señera Corporación del Miércoles Santo nos encontramos con que los rasgos taurómacos se encuentran bien cimentados en su pasado

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO

«No hay mecida
más torera que la de la Caridad baratillera”, rezaba cada Miércoles Santo
Rafael Palacios, capataz de la célebre Hermandad sevillana. Es, junto a la de
San Bernardo, la Hermandad más torera de cuantas pisan las calles de Sevilla.
Por ubicación y por compromiso «El Baratillo” hace cada Miércoles Santo el
primero de los paseíllos maestrantes. Sin el Maestro Tejera,sin silencio
expectante, sin tendidos de Feria y sin ternos dorados cruzando el anillo, pero
con el ímpetu por trenzar el único y más importante de sus paseos hacia la
Catedral hispalense.

Sumergiéndonos en la
historia de esta señera Corporación del Miércoles Santo nos encontramos con que
los rasgos taurómacos se encuentran bien cimentados en su pasado. A partir de
su fundación en pleno siglo XVII la Cofradía ha mantenido su vínculo con la
Fiesta, y no sólo porque su Capilla esté ubicada en pleno Arenal, sino porque
«en las filas” de su patrimonio humano, que es el más valioso de un
conjunto cofrade, numerosos han sido y son los profesionales de oro y plata que
han trenzado el paseo penitencial.

Desde Pepe-Hillo, el
cual donó varias imágenes para conformar el conjunto de titulares de la
Hermandad, entre ellas una talla dieciochesca de San José atribuida a Montes de
Oca; Manuel Benítez «El Cordobés”o Antonio Ordóñez, el cual compartía esta
devoción con la Hermandad de la Esperanza de Triana, de la que ahora Francisco
Rivera Ordóñez es miembro activo; «Chamaco” o más en líneas actuales
Manuel Díaz «El Cordobés”, vinculado estrechamente a la vida de Hermandad
de la misma, incluso toreando en beneficio de la acción caritativa de ésta o
donando un terno particular para confeccionar una saya a la dolorosa; José
Antonio «Morante de la Puebla” y especialmente Manuel Jesús «El Cid”,
diestro comprometido profundamente con la vida cofrade de la Corporación a lo
largo de todo el año.