Tras finalizar la campaña de 2023, empezaba a tomar fuerza un rumor que tenía relación directa con una de las máximas figuras del toreo del momento y un miembro de su cuadrilla. Se trataba de José Antonio Morante Camacho y Antonio Jiménez, ambos conocidos en la profesión como Morante de la Puebla y Lili. Dos toreros, uno de oro y el otro de plata, que durante lustros han caminado juntos. El citado banderillero ha forjado buena parte de su reconocida carrera a las órdenes del sevillano, un diestro de gran predicamento entre los aficionados.
Como dato a tener en cuenta, muchos son los seguidores de Morante que atesoran numerosísimas anécdotas compartidas entre el genio de la Puebla y el famoso peón. Pero ese rumor sobre la salida de Lili fue tomando cada vez más fuerzas hasta que llegó a consumarse. Uno de los hombres de confianza de José Antonio debía buscar nuevos caminos en la profesión tras varios decenios junto a su amigo.
Volvía a empezar de cero, a ir de la mano de un espada de acusada personalidad y gran concepto pero que todavía no estaba anunciado en las ferias de primer orden. El gaditano ya había dado un fuerte golpe sobre la mesa en Sevilla, ese que le valió poder confirmar su alternativa en Las Ventas. Un espada que ha ido ganando oficio con el paso del tiempo, un torero diferente que llamó la atención de un Lili que no dudó ni un instante en subirse al barco.
“Es una magnífica oportunidad, pues se trata de un matador nuevo, que ha sorprendido en cada una de sus actuaciones y despierta el interés de muchísimos aficionados” comentaba el propio Lili en un comunicado de prensa redactado por el equipo de comunicación de Ruiz Muñoz, un torero al que le dedicó unas bonitas palabras su actual hombre de confianza: “Es un torero diferente, por su compás y pureza, por eso me hace ilusión caminar a su lado”.
Pero como es lógico y debido a la situación actual que vive el toreo Lili también ha tenido que colocarse con otros espadas para seguir sumando contratos esta temporada.