ROBERTO GARCÍA-MINGUILLÁN E IGNACIO RUBIO
El mundo del toro al completo se ha echado a la calle para defender su libertad y sus derechos en el pleno del Ayuntamiento de Ciudad Real en el que se debaten esta mañana los presupuestos anuales, en los que Ganemos ha presentado enmiendas para suprimir la inversión en cualquier manifestación cultural que afecte a los toros.
Un buen número de aficionados, así como profesionales como Fernando Tendero, Emilio Huertas, Aníbal Ruiz, Carlos Aranda o Macarena Gallego, entre otros, han decidido asistir al pleno con carteles en los que se lee Toros Sí, reivindicando la igualdad de derechos con respecto a otras actividades culturales y denunciando el ataque frenético que la formación política está perpetrando contra la fiesta.
Será esta mañana cuando se voten los presupuestos, con la celebración de una feria como la de Ciudad Real aún en el aire. No en vano el empresario hasta este año del coso, Maximino Pérez, explicaba a CULTORO la semana pasada que «si se elimina la subvención cultural en Ciudad Real tengo tres opciones:
subir el precio de las entradas, por la que no paso, bajar el precio de los
carteles, por la que tampoco voy a pasar, o reducir espectáculos”.
Ciudad Real
era la gran duda el pasado mes de junio con el cambio político y el aficionado
respondió en la corrida de figuras, llenando en media plaza la de toreros
jóvenes y rejones. «Este año ha habido dos corridas de toros y una corrida
de rejones, además de un espectáculo menor y una novillada de la escuela
taurina, todo con la ayuda económica del Ayuntamiento”.
La
historia del coso ciudarrealeño: una faena de menos a más
Ciudad Real es una plaza que ha pasado por
diferentes etapas a lo largo de los últimos años: desde una desastrosa
situación de su afición a principios de siglo por las constantes idas y venidas
de empresas hasta la creciente regeneración a finales de la pasada década.
Pero, sin duda, en el último lustro el coso de la calle Pedrera Baja tiene un
nombre claro: el de Maximino Pérez.
El empresario conquense ha conseguido levantar una
afición que se encontraba dormida en las últimas décadas, logrando llenar el
coso manchego en los últimos cinco años en su frente. Especialmente, Ciudad
Real ha tenido dos momentos álgidos: la Feria del año 2011, en la que hizo el
paseíllo José Tomás en pleno mes de agosto, y la de la campaña 2014, compuesta
por tres corridas monstruo en la que la cumbre la alcanzó El Juli al indultar
al toro «Golfo”, del hierro de Torrealta. Maximino llegó a Ciudad Real con
400 abonados y tiene la cifra en más de 2.000.