Hacía tiempo que no se le veía por una plaza de toros a Alberto López Simón, un torero que tras poner un punto y a parte en su carrera decidió apartarse de la vida taurina para cambiar de aires. Pero como los toreros lo son para toda la vida, el de Barajas no pudo andar alejado de los ruedos y decidió ayudar a un joven novillero con una importante proyección. Se trataba de Jorge Molina, un novillero de Torrijos que en el día de ayer estaba acartelado en la final de las novilladas nocturnas de Las Ventas.
Por ello, el novillero manchego quiso brindarle con las siguientes palabras un novillo al matador de toros madrileño: “Quiero brindarle la muerte de este novillo porque esta es su plaza y usted bien sabe todo lo que le ha dado. Para mí es un orgullo que usted me está ayudando en estos días tan importantes, mara mi, muchas gracias” comentaba en los micrófonos de OneToro el novillero de Torrijos. Tras ello, salió incluso a auxiliar al joven, que resultó prendido por el animal.
Recordamos que López Simón decidió anunciar su adiós de los ruedos el pasado 24 de enero con un comunicado en sus redes sociales. El torero madrileño ha alcanzado hasta en cinco ocasiones la Puerta Grande de Las Ventas, algo de lo que pocos diestros pueden enorgullecerse. Un torero que desde su explosión en Madrid se vio anunciado en las principales ferias de Europa y América durante más de un lustro.
Una noche accidentada en Las Ventas
Fue una noche accidentada en Las Ventas, donde fue prendido de forma aparatosa Christian Parejo por un segundo que le obligó a pasar por la enfermería, quedando la noche en un mano a mano entre Peñaranda y Molina. Un festejo en el que ambos novilleros buscaron el triunfo a toda costa para intentar sumar contratos de cara a esta temporada. Un festejo donde el novillero cacereño también sufrió un feo percance en su faena de muleta al primero.
Novillero que salió milagrosamente ileso de dos aparatosísimas volteretas, cuando ya el novillo descubrió lo que había tras las telas. Escalofriante. Un verdadero milagro que el pitón no entrara. Un Jorge Molina que corrió con la peor fortuna en el sorteo, a pesar de su empeñado esfuerzo. Una noche donde la novillada de Fermín Bohórquez no dio el juego que se esperaba de ella tras los buenos encierros lidiados este mismo año en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, tanto con corrida de toros como con novillada.