JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Uno de los toreros que cayó herido en el último tramo de temporada fue Javier Cortés. Se está recuperando tras el percance en el ojo y el pómulo en Las Ventas. Hablamos con su apoderado, Manuel Campuzano, que nos cuenta la última hora sobre el estado del torero.
En primer lugar, ¿cómo está Javier?
Está mejor. Ya se le quitaron los tremendos dolores de la cabeza, se los han controlado. Está bastante bien, pero han aparecido unos puntos negros en la córnea del ojo y lo tienen que intervenir. Estamos a la espera de que nos digan cuándo lo operan esta semana.
¿Cómo ha sido su evolución en las últimas semanas?
Ha tenido que estar en reposo, ha ido al centro oftalmológico hasta tres veces por semana para que lo fuesen tratando. Le dijeron que aún no podía hacer ningún esfuerzo ni entrenar, por lo que está en reposo para que se sanase el ojo.
¿No se sabe si ve aún, no?
El ojo lo tiene muy débil, y por eso los médicos dicen de operarlo unos, y otros no. No se sabe el grado de visión que pueda tener. Dicen que es lento, que hay que esperar.
¿Él qué dice?
Está bien, quiere torear el año que viene y va a echar la temporada hacia adelante. Su intención es torear y entrenar ya, pero le han recomendado que aún no lo haga. Está a la espera de esta operación.
¿En qué hospital está siendo tratado?
En el Centro Oftalmológico del Gregorio Marañón.
Y con la mente puesta en reaparecer a inicios de la próxima campaña.
Sí, porque en América no pensamos. Tendrá una preparación lenta pero intensa. Si con el ojo no ve todavía, tendrá que adaptarse a la visión con un ojo solo. Esperemos que todo se solucione con esta operación y pueda estar presente en las primeras ferias del año próximo.
¿La idea es operarlo esta semana?
Sí, pero aún no sabemos cuándo. A partir de ahí, se decidirá cómo será su recuperación.