JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
La localidad madrileña de Griñón, de nuevo, está sufriendo un ataque político a la fiesta de los toros y los festejos taurinos con muerte están en el aire. El alcalde José María Porras, del Grupo Independiente, se niega a la organización con muerte del festejo taurino de junio.
Antonio Ruiz Perales, presidente de la asociación taurina del municipio, ha señalado a este medio que el año pasado, “a una semana de la feria, aún no se sabía quién era el adjudicatario de organizarla. La taquilla y las carnes fueron para el Ayuntamiento. El empresario, lo que tenía que hacer, era descontar todo lo que pudiera de los 30.000 euros de subvención. Fuimos a ver los novillos y no tenían entidad, además coincidió con que ese día de los toros hacía más de 40 grados a la sombra. Además, el alcalde dijo que las cien entradas cedidas al Ayuntamiento como invitación lo hiciera… y no las repartió por ningún lado”, ha criticado.
Su intención era “que entrase el menor número de público posible para intentar eliminar los toros con muerte. El postulado que ahora mismo esgrime es que quiere hacer festejo, sí, pero de recortes… todo sin muerte. Porque los animalistas le tienen acosado y él está tomando posturas en ese sentido”.
El alcalde, además, “ha dejado claro que la decisión de haber o no toros es exclusivamente suya”. Y, en medio de esto, “se va a gastar una salvajada en grupos musicales durante las fiestas”.