Cae la espesa niebla sobre los campos de La Mancha mientras David Sánchez, continuador del legado del gran Paco Medina, se prepara para una jornada más de saneamiento en la ganadería toledana de El Montecillo, en el término municipal de Orgaz. Los animales no entienden de COVID; las cuentas de un ganadero, sí. Y eso preocupa.
“Los ganaderos somos los únicos ecologistas que no podemos hacer ERTE: es lo que queremos hacer ver a la Junta de C-LM”, comienza aseverando Sánchez. “Aquí los animales comen todos los días, la actividad sigue y el volumen de trabajo no ha disminuido, sino que ha aumentado sin ningún tipo de ingreso”, explica sobre la ardua situación que están viviendo.
“Muchos ganaderos intentamos dejar los toros para el año que viene. Lógicamente, ayudas las necesitamos como el agua, como el respirar. Es totalmente insostenible lo que nos ha pasado, igual que a nosotros para otros sectores. Pero necesitamos que se nos tenga en cuenta, que nos den facilidades para todo”, sigue defendiendo Sánchez, que ve cómo el año ha pasado en blanco para las tres corridas de toros que tenía preparadas para este 2020.
“Los ganaderos hemos pasado un año en blanco, algo impensable. Necesitamos que se nos apoye; no queremos que se nos arregle la vida, porque está claro que hay que trabajar, pero sí que se nos equipare con otros sectores. Como ecologistas, como animalistas, queremos seguir dando calidad de vida a nuestros animales y por ello necesitamos un pequeño impulso económico para poder sobrevivir”, advierte sobre una situación que, si no mejora, llevará a muchos más animales al matadero.
El “plantón” de la Junta de Comunidades a los ganaderos de lidia ha sido un jarro de agua fría contra quien ama y protege a este animal único en el mundo: “La verdad que nos lo tomamos con mucha tristeza; para nosotros no es importante quién gobierne, sino que quien gobierne lo haga para todos. Estamos viviendo una realidad muy complicada en el panorama político. Entiendo que esto se debe reconducir, ya que han sido las primeras tomas de contacto y nosotros lo tendremos que hacer. Quien gobierne, lo tiene que hacer para todos”, pone en valor el joven ganadero.
“Ese buen trato tiene que ser recíproco”, sigue añadiendo. “La negativa nos ha sentado muy mal pero tendremos que olver a sentarnos porque lógicamente está en juego un material genético en el que se llevamos trabajando décadas. Por eso nos tienen que tomar en cuenta”, admite.
Para el año que viene, El Montecillo tiene preparadas cuatro corridas de toros. “Espero que la normalidad vuelva y empecemos a vender toros. Otro año así es inviable para cualquier ganadero. La Fiesta necesita reencauzarse y que la política la vuelva a poner en valor”, concluye.