Daniel y Luis González Reviejo, dos jóvenes ganaderos -este último matador de toros- se levantan cada día con el sueño de criar un toro bravo que dé emoción al tendido. Su ganadería, Los Lastrones, ubicada en las cercanías de la localidad abulense de Cebreros, es su gran laboratorio de bravura.
En 1985 el padre de ambos, Luis González Calera, forma esta ganadería de bravo e ingresa en la Asociación, por entonces se asocia con otro hombre de campo, Don Enrique Cabrero de Castro. Lo hacen con reses de Salustiano Galache. En 2014 Enrique vende su parte a Luis y Daniel González, estando así la totalidad de la Ganadería en manos de los González. Tras ello, eliminan toda la parte anterior. La procedencia actual es Juan Pedro y Jandilla vía Montecillo
«Ahora mismo, tenemos 126 vacas de vientre después de haber quitado 50 el pasado invierno de las 176 que había. Tenemos listas para lidiar dos corridas de toros, tres novilladas picadas y unos treinta erales», explica Luis González a CULTORO.
Ahora mismo, las perspectivas «son difíciles: hemos quitado cincuenta vacas porque nos parecían muchas para la situación actual, nos parecía el número perfecto para dar el salto». Como gran objetivo, lidiar en Madrid en alguna novillada picada: «Es nuestro fin abrirnos camino de esa forma».
La finca tiene 1.000 hectáreas, pero las vacas se encuentran en una parte que tiene unas 600 hectáreas de zona de sierra que se encuentran a 1.300 metros de altitud.
FOTOGRAFÍAS: PABLO RAMOS E IVI MARTÍN