Dentro de una temporada bastante positiva respecto al juego del ganado, hay que destacar a una divisa aragonesa que a base de trabajo, selección y buen gusto ha creado un tipo de toro muy definido tanto en fenotipo como en genotipo. Se trata del hierro de Los Maños, de procedencia Santa Coloma, que ha conseguido criar un toro diferente al resto. Las particularidades de su encaste le hacen tener un hueco en el circuito, ese que ya tiene bien apuntado en su agenda a una ganadería joven, pero con una base sólida.
Un tipo de toro que se asemeja mucho al que vemos al otro lado del charco: su tipo de embestida, muchas veces al ralentí, recuerda mucho al toro mexicano, que busca la pañosa por abajo reduciendo su embestida y colocando la carea tras el engaño. Pero Los Maños tiene ese punto de bravura que le entra por el ojo al aficionado, un animal con raza y bravura en el caballo y que muchas veces saca ese punto de exigencia necesario que puede incomodar al torero.
Pero para llegar al toro excelso, ese que te permite hacer el toreo, tienen que salir muchos por el camino con un comportamiento más agrio y mansurrón. De eso bien sabe su ganadero, un hombre que está feliz tras el juego de sus toros en Zaragoza, una corrida variada, pero con el denominador común de la entrega, la humillación y la fijeza. Por eso Cultoro quería hablar con él, conocer de primera mano cómo vio la temporada, como prevé la venidera y en qué momento se encuentra su ganadería.
Marcuello: «Este año había que facturar mucho, porque había que soportar todos los gastos de los años anteriores»
«Llevamos muchos años con una regularidad muy buena, y este año que había más animales que años anteriores, y con la que estaba cayendo, hemos tenido que vender hasta el perro, como se dice coloquialmente. Había que facturar mucho, porque había que soportar todos los gastos de los años anteriores», señala José Luis Marcuello, un ganadero que a base se escarbar y buscar la bravura enclasada ha encontrado ese tipo de embestida que le llena plenamente pese a que aún queda mucho trabajo por delante para asentar la ganadería donde quiere.
Un año en el que el nivel mostrado por los erales, utreros y toros de Los Maños han rayado a una altura importante: «En todos los festejos ha habido cosas buenas y cosas que meditar. Todo festejo que lidias, por grande o pequeña que sea la plaza, te enseñan. Lo más emotivo, ha sido debutar en San Isidro y llevar toros a Las Ventas, además de ir a La Misericordia con una corrida de toros. Hacía 200 años que un ganadero de Zaragoza no iba, y además embistieron los animales y dando opciones para triunfar».
Sin duda Madrid y Zaragoza son las plazas que lleva en el corazón y en las cuales ha podido disfrutar de las embestidas de sus animales, pero Francia también ha sabido valorar un encaste que allí valoran mucho: «Este año hemos lidiado tres corridas: en Aire sur La`Adour, y las novilladas de Bayona -que ya casi es un clásico, llevamos ocho temporadas consecutivas, y fue una novillada muy buena que dio muchas opciones, pero la lástima de las opciones-, y terminamos en Parentis -que dio emoción-«.
Dentro de las dificultades propias del año, en esta ganadería aragonesa están muy satisfechos tanto por el juego de los toros como por haber sido capaces de lidiar todos los animales de saca: «En total, han sido unos 15 festejos, unos 70 animales entre utreros y toros, aunque también hemos lidiado erales. Creo que es para estar más que satisfechos por el año», nos comentaba el ganadero de Los Maños.
El buen momento de Los Maños: «Estamos demostrando que Santa Coloma embiste, y embiste bien»
El buen momento que pesa el encaste ha servido para que las figuras decidan apuntare a las corridas de La Quinta, Rehuelga, Pallarés, Ana Romero…. todas ellas divisas venidas de un mismo tronco: «Las figuras siempre han toreado de todo. Y estamos demostrando que Santa Coloma embiste, y embiste bien. A lo mejor es muy duro lidiar muchas, pues sí. Pero los encastes minoritarios tampoco tenemos tantas corridas para lidiar».
Tras un año de grandes resultados en casa de los Marcuello cuentan los meses para volver a embarcar una corrida de toros o una novillada. Están esperanzados con la camada del 9, esa en el que los cuatreños deben seguir ondeando la bandera de Los Maños: «No hay mucho, dos corridas de toros y unas cuatro novilladas con caballos, además de algunos erales y astados para las calles. En total, unos 50 toros y novillos».
La camada es corta, aún más extensa en número de utreros que de toros de ahí que no puedan acudir holgadamente a plazas de importancia como Madrid: «Este año volveremos con una novillada picada, y luego probablemente, tengamos algún toro, aunque no salga una corrida entera. De momento hay que ir paso a paso sin correr en exceso».
Tras hablar de lo que ha supuesto este 2022 y lo que puede suponer el 2023 no podíamos cerrar la entrevista sin saber cómo están llevando el problema de la seguía y la subida de los costes y materias primas: «Muy mal. Ahora ha caído un poco de agua, pero muy mal. En las fincas hemos gastado mucho pienso. Estamos a ver si podemos intentar subir el precio de los animales. Si antes era inviable, ahora mucho más. Si queremos llevar los animales fuertes para las plazas, hay que rematarlos bien con pienso, y se ha puesto muy caro» finalizaba exponiendo el ganadero aragonés.
FOTOGALERÍA: KAKEL