Acabada la cena y escurrido el vino, se dio por solucionada la situación. «Podéis ir en paz», pronunció el oficiante, con las palabras que ataban aún más a su iglesia a los que allí se habían presentado. Había concluido la cumbre de Villaseco como termina un after hour a la salida del sol: con todo el mundo supurando lo que dentro se les había vendido. «Esta es la solución, no hay más remedio», asentían los parroquianos. Y el amo del cortijo acababa de dar la campanada.
Pero en todo esto, como en cualquier asunto donde se quieran esconder las intenciones, hay una cara B que quien la perpetra se guardará muy mucho de que los demás conozcan. Ni siquiera los más cercanos. Por eso eran los que eran. Y por eso los demás ni pueden ser, ni conviene que sean. Es más fácil enumerar a los que faltaron que a los que estuvieron, porque a éstos les daría vergüenza publicar una nota tan ambigua que esconde la tremenda incapacidad para detectar los problemas que tiene el mencionado gabinete. Como para buscar una solución.
Por eso vamos a intentar ofrecer las claves de la cara B del guateque de Villaseco, para que no se arrogue nadie la potestad de decidir sobre el futuro del toreo. La representación debe refrendarse en el sector correspondiente y este, señores del Gabinete, no parece que les ofrezca su confianza. Por varias razones:
1- La propia convocatoria. Y es que BMF cita a una “cumbre” tras una trágica tercera ola en la que sigue muriendo gente, a pesar de que Zoom tiene la solución a todo. ¿Qué hay detrás de que esa reunión haya sido presencial? ¿Con qué objetivo se ha prescindido de las redes sociales? Con la que está cayendo, y la situación sanitaria que acecha a todas las Comunidades, ¿con qué cara iremos luego a las Administraciones a solicitar los permisos necesarios para dar toros, cuando nosotros mismos hemos incumplido esas mismas medidas?
2- El Todopoderoso. Parece que el Gabinete de Crisis, en su omnipotencia, tiene la potestad para abrir y cerrar confinamientos, para levantar toques de queda, para arreglar las situaciones sanitarias que sean necesarias y para ajustar las circunstancias a sus necesidades. Y el fútbol jugándose en estadios vacíos y sin protestar. ¿Será que no les importa o será que tienen un plan? Como aquí, vamos. Pero no está en su mano gestionar la COVID.
3- La gran idea. La panacea, el bálsamo de Fierabrás, el ungüento anti todo mal, la piedra filosofal de la cumbre es… Una segunda Gira de Reconstrucción. No peleamos por los aforos, por la renegociación de los contratos ahora suspendidos, por adelantarnos a los que buscará un aficionado lastrado anímica y económicamente… Determinamos como la solución absoluta otra gira de Reconstrucción. El problema aquí es qué se quiere reconstruir exactamente, porque si lo que queremos es llevarnos la pasta que pone Movistar -el gran beneficiado de esta gira y el mayor interesado en realizarla- no hay nada que decir. Uno paga y los demás bailan alrededor hasta que se acabe el parné. Si no hay Ferias que emitir en directo, no hay festejos que retransmitir, salvo si hay una solución como la que Villaseco está intentando construir sobre arena. Y, de esta forma, no se les esfuman los presupuestos al ente televisivo privado. Pero si el objetivo es darle viabilidad al futuro, no parece que sea la mejor opción.
4- El convocante. La cuestión de la convocatoria y la sede de la cumbre no es, en absoluto, una cuestión baladí. El hecho de que sea Antonio Barrera el que convoque la reunión y que ésta sea en la finca de su suegro es el de centralizar en él y en lo que representa (no olvidemos que él debe dar cuentas a la entidad a la que pertenece) el Comité de Crisis. De esta forma, la idea es «acoger» a los pobrecitos profesionales del sector, que están desorientados y en situación de desamparo. Pero no me parece que los que faltaron, que no recibieron convocatoria alguna, estén desamparados en absoluto. Veamos.
5- Las ausencias. ¿Por qué no están los grandes empresarios? No está la cabeza del empresariado en la actualidad –y presidente de ANOET-, Simón Casas, empresario de Madrid, Valencia, Nimes, Béziers, Alicante, Lisboa…; no están José María Garzón, Carlos Zúñiga, Alberto García, Juan Bautista o Maximino Pérez. No están ninguno de los nombres que pueden construir sobre cimientos bien sólidos el inicio de la temporada. Siempre y cuando este 2021 se proyecte como un “quieroparecermea” 2019, no a un 2020 para el olvido. Y no están, por no descubrir si la tienen más grande, los Lozanos y Matillas, tal vez incluso más preparados y más realistas para trabajar sobre certezas.
6- Las lagunas. Y ahí va el siguiente punto: ¿Por qué se potencia una Gira de Reconstrucción con plazas al 10% en lugar de ayudar a las grandes Ferias a reactivar el sector? Parece que la respuesta en este caso está clara: para esto hace falta trabajo y nadie garantiza el éxito total en la consecución del objetivo. Los dos «melones» de Movistar, sin embargo, los quiere el anfitrión en su mesa para repartir entre sus adláteres. Porque si no estás a su mesa, no catarás del «melón». Y hay que dar unas explicaciones allende los mares, porque uno de los tipos más ricos del mundo no ha llegado a serlo por olvidarse de pedir resultados.
7- Los puntos calientes. Estos no se trataron en la cumbre de Villaseco. Porque son espinosos, terriblemente reales, fuera de nuestro alcance en ocasiones y hasta volátiles si uno quiere seguir en esto mucho tiempo. Comenzando por la suspensión de contratos para hacer posibles las grandes ferias. A los gobiernos regionales y ayuntamientos les van a tirar de un pie las exigencias de un sector que ya ha dejado claro muchas veces que sirve de arma política sin hacer muchas preguntas. Abrirse, sin embargo, a la negociación de compensaciones en cuanto la realidad sanitaria lo permita, es distinto. Pero para ello hay que tratar con técnicos y funcionarios, los verdaderos obstáculos para este fin, ya que ninguno se arriesga a modificar un contrato público rubricado en unas condiciones determinadas por miedo a prevaricar. Ese es el motivo, entre otros, de que Las Ventas diera su último festejo hasta la fecha en octubre de 2019. Pero no; esto no se trató en el guateque.
8- Los ganaderos. Ese sector tremendamente masacrado por la crisis sanitaria, en ocasiones viviendo historias dramáticas que harían conmover a cualquiera, no estuvo representado en su totalidad. Porque sólo estuvo la Unión, y esto significa que el 68 por ciento de los criadores, con más de la mitad del censo bovino de lidia, no estuvo representado en la cumbre, y poco tienen que ver los intereses de los más grandes con los de los más chicos. Y eso es lo que pretende una representación. De Asprot, por supuesto, ni hablamos.
9- El control. La discriminación de la prensa, que debe mediar entre el público y la taquilla y debe, además, defender la integridad de la tauromaquia, es completamente intencionada. Nadie puede saber qué se cuece en el guateque para que podamos controlar cómo se reparte la información. Y a quién. Y de tres portales especializados en el sector que recibieron propuesta el pasado año, hubo dos que no la aceptaron. Por eso no sirven para aportar. Pero intentaremos servir para reflejar la realidad, que nos lleva a una única conclusión.
10- Conclusión. Después de todos los pasos que se han dado desde el gobierno del comité de crisis, y analizando las circunstancias y las apariencias de los actos, el objetivo no es otro que poner al sector a depender de una sola casa. Un sólo pensamiento, un único modo de obrar, un único Gran Hermano que supervisará la buena marcha de la industria. Y todos a sueldo, abrevándonos en el mismo morril.
En CULTORO, al menos, tenemos escalofríaos sólo de pensarlo…