Como todo en la vida, las ganaderías de bravo también están supeditadas a los cambios de ciclo, esos que no siempre le sientan bien a la misma, pero que se producen por ley de vida. Siempre se ha dicho que no existe ganadería sin ganadero, y eso es algo que el tiempo y las experiencias se han encargado de corroborar. La sensibilidad del criador es transmitida a los animales durante el tiempo que este se mantiene en la toma de decisiones, da igual que el concepto de dos hermanos sea prácticamente el mismo, siempre hay decisiones que hace que sus caminos se separen.
Ejemplos hay muchos, uno de los más ilustrativos puede ser el de las vacadas de Jandilla y Zalduendo, hierros que gestionaron Borja y Fernando Domecq Solís, dos hermanos que, pese a beber de la misma fuente y trabajar codo con codo gestionaron dos ganaderías totalmente diferentes pese a compartir simiente. Dos formas de ver y entender el toro casi similares, siendo algunos matices aquellos que hicieron que tanto por fenotipo como por genotipo ambas vacadas tuvieran sellos bien diferenciados.
Muchos han sido los hierros que a lo largo de su historia han cambiado de manos dentro de la misma familia, uno de los más conocidos es el onubense de los Hijos de Celestino Cuadri Vides, una vacada que se asienta en las fincas ‘Comeuñas’ y Cabecilla Pelá’, dos explotaciones pertenecientes al término municipal de Trigueros (Huelva). Allí desde 2019 Fernando Cuadri ha delegado en sus sobrinos el futuro de esta vacada, un hierro con personalidad muy acusada gracias a la creación de un encaste propio.
Tras la salida de Fernando Cuadri hace un lustro
En 2019 Fernando decidió dar un paso al lado tras varios lustros a la cabeza de un proyecto que comenzó Celestino Cuadri Vides en 1954 al adquirir una vacada con sangre procedente de Juan Belmonte (Gamero Cívico), Pérez de la Concha, Félix Suárez, Villamarta y Francisco Molina. Pese a eliminar gran parte de esta última procedencia, algo de ella quedó en la misma, formando el onubense un tipo de toro donde la sangre Gamero Cívico y Santa Coloma hicieron de esta vacada un tesoro genético.
Allá por noviembre de 2019 y tras conocerse el paso al lado dado por Fernando Cuadri, la peña taurina Tendido 12 de Huelva organizó un interesante acto con tres de los rostros de la nueva hornada de ganaderos de bravo de esta histórica casa ganadera: Fernando, Luis y Antonio Abad Cuadri. “Después de sesenta años ¿cómo vamos a refrescar? Seguimos decididos a que siga sin entrar nada de afuera porque ni queremos ni podemos” explicaba Antonio.
“Las líneas de trabajo están definidas y conocemos por supuesto que nuestro toro va contra el mercado” comentó Luis en su turno de intervención. Por su parte, y según recogió en su día Huelva Información Fernando quiso hacer un guiño a ese hombre que puso la primera piedra para la creación de este proyecto. “Mi abuelo tiene el principal mérito de que esto sea realidad. Hay una base buena donde trabajar”.
Luis Cuadri, el actual representante de la ganadería
Pese a ese paso al lado de Fernando Cuadri y el relevo de sus tres sobrinos, éste no se desvinculó del todo de la vacada quedándose como representante y ‘cabeza visible’ de la ganadería onubense. Ya en su día su sobrino Luis quiso dejar claro que la presencia de su tío era crucial para no perder ese vínculo existente entre ellos. Con el tiempo poco a poco ha sido uno de sus sobrinos quien ha ido tomando el testigo, participando este en el último vídeo de Torista de Francia, un canal de YouTube en el que el toro es el principal protagonista.
“El toro bravo es un legado que dejó mi abuelo Celestino, es un nexo de unión entre todos nosotros. Nuestra familia es conocida por ser ganaderos de toros bravos, creo que es algo precioso” comentó en la citada entrevista. “Estamos agradecidos a Dios por seguir todavía con la ganadería pese a los vaivenes del tiempo. Aquí estaremos todo el tiempo que podamos, para nosotros es una forma de vida y un orgullo”, señalaba.
En ‘Comeñuñas’, finca de unas 300 hectáreas, se encuentran los machos de la ganadería. “Esta es una finca con mucha arboleda, una finca temprana y con abundancia de hierba, adaptándose esta perfectamente al toro bravo. Desde que la compró mi abuelo celestino no se ha cambiado nada”. Una finca amplia para el número de animales que allí pastan, esto sin duda ayuda a que no exista sobreexplotación de animales en la misma.
“Este es un toro muy particular, se caracteriza por la seriedad, la hondura y el cuajo. Aquí proliferan los animales badanudos, cortos de manos y con una construcción de pitones acapachado, es decir, de abajo hacia arriba”. Respecto a aquello que se busca en la casa Luis fue tajante. “Aquí buscamos la casta siempre y cuando esta esté acompañada de bravura y fuerza. Aquí no ha cambiado nada, esta es una ganadería muy particular y aquello que nos gusta es ver a un toro embestir con esa casta y bravura que comentaba antes” comentó el ganadero triguereño.