El final de temporada de Daniel Luque ha estado lleno de dureza, pero también de resiliencia. La de un torero que cayó herido de máxima gravedad el pasado 11 de agosto en El Puerto de Santa María, que tuvo que recuperarse de la fuerte cornada en el vientre sufrida y de la rotura de peroné para reaparecer en Arles tan sólo un mes más tarde y, desde esa tarde, enlazar otros dos cosos de máxima importancia como Mont de Marsan y Albacete, además de la Feria de la Vendimia de Nimes.
No obstante, y a pesar de hacer un esfuerzo por estar en otros escenarios como el de Sevilla la tarde de la despedida de El Juli en San Miguel, Daniel Luque se vio obligado a cortar temporada y perderse citas como las de la Feria de Otoño de Madrid y la del Pilar de Zaragoza. De todos estos temas habló hace unos días en el programa Espacio Toro, de Radio Nacional de España, que cuenta con la dirección y presentación del periodista David Casas, acompañado del aficionado Domingo Delgado de la Cámara. A continuación exponemos lo que Luque narró en este espacio radiofónico.
Daniel Luque: «Lo que más he sido capaz de valorar ha sido ser capaz de levantarme de los accidentes»
P- Ha sido un año muy bueno para ti.
R- Estoy muy contento por el ascenso que año a año busco en mi toreo, en mi persona y en mi profesión. Eso me ayuda a ocupar y escalar esos sitios tan cotizados. Cuando vas consiguiendo cosas que para mí antes eran sueños y ahora realidades, estás feliz.
Lo que te marcaste en 2023, ¿lo has conseguido?
Ha habido muchas cosas que sí. Lo que más he sido capaz de valorar ha sido ser capaz de levantarme de los accidentes. Las cornadas son accidentes que tienen que pasar y hay que ser consciente de ello. Fui capaz de levantarme en tan poco tiempo, cumpliendo el sueño de estar en la despedida de un torero tan grande como el maestro Juli. Luego recaí por haber hecho una locura, pero en todo ese camino he avanzado mucho y me ha servido mucho para seguir en esta lucha tan importante y tan grande, que es ser torero.
¿Cómo te encuentras de la lesión?
Aún me queda un poco. Muchos movimientos ya los he recuperado. Ya puedo empezar casi a trotar. Parece que es un sueño cuando vuelves otra vez a hacer medio vida normal, y levantarte y andar y correr, que es lo que nos mantiene junto con torear de salón. Ahora puedo hacerlo mucho más seguido, y delante de la cara de los animales los movimientos son más ágiles. Ahora me importa recuperarme.
Esta temporada hemos visto la capacidad de Daniel Luque, demostrando esa calidad que atesoras, pero también imponiéndote a toros imposibles.
Todos estos años de matar corridas duras me ha hecho avanzar mucho y bien. Le estoy tan agradecido a ese tipo de corridas porque ahora lo veo claro. Me ha dado mucha moral y he sacado muchas cosas de dentro que tenía escondidas, que incluso matando las corridas dentro no fui capaz de sacar. Eso me ha hecho sacar mucho fondo de toreo que tenía dentro.
En Francia, la credibilidad del aficionado es por haberme visto matar ese tipo de corridas, y haberme visto dar ese paso que a lo mejor no esperaba de mí. Los toreros, cuando somos capaz de convencer al aficionado y a que vuelva a creer, eso te da una seguridad en ti mismo y un poso que sobrepasas todas las trabas que te puedan poner. Yo siento eso en el aficionado a día de hoy y eso me da mucha moral; todos los días intento estar al nivel importante que me exigen los toros.
Me considero un enfermo de mi profesión. A mí me gusta todo tipo de encastes. Eso no te perjudica nunca.