El refranero español es muy sabio y todos sabemos que “Cuando el río suena, agua lleva”. Por todo ello, a muchos no sorprendieron para nada aquellas declaraciones de Andrés Roca Rey sobre la figura de Daniel Luque. Pese a no ser público y notorio, si se sabía que la relación entre ambos distaba mucho de ser la ideal, pero ¿Cuántas veces ha pasado eso en el toreo? La respuesta es de sobra conocida por todos.
Paco Camino y Sebastián Palomo Linares -bronca televisiva incluida-, Enrique Ponce y Joselito, Manzanares y El Soro -con agresión de por medio-, Ortega Cano y Joselito, Enrique Ponce y José Tomás o Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura. Muchos de ellos, pese a tener una relación distante, por no decir nula, torearon juntos en múltiples ocasiones, no dejándose llevar por el rencor e intentando hacer que ese enfrentamiento fuera del ruedo derivara en una competencia feroz y directa cuando se daba dentro del mismo.
Los toreros no tienen por qué llevarse siempre bien, debe existir respeto y compañerismo, pero dentro del ruedo la rivalidad debe ser total por el bien del espectáculo. Desde hace algún tiempo se ha extendido eso de “Yo compito conmigo mismo en el ruedo, no con nadie más” o “Mi único rival soy yo mismo”, un cambio de tendencia que no es del todo cierto, ya que el triunfo del compañero es una motivación extra para intentar superarlo.
Por eso, pese a no existir buena relación entre ambos, no se entendía como desde el pasado mes de agosto de 2022 no se veían las caras en los ruedos, el sevillano y el limeño. En dicha entrevista, Andrés Roca Rey tachó de “irrespetuoso” a su compañero tanto con él como con otros matadores de toros lanzando un “busca provocarme para crear una rivalidad que no existe”. Por todo ello, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, Zabala de la Serna le quiso preguntar al sevillano por esta polémica.
Luque, sobre la ausencia en algunos seriales en los que sí está Roca Rey: «No pretendo estar en todos lados, pero sí en las plazas donde me lo he ganado»
¿Qué hay detrás y por qué usted no se ha manifestado hasta hoy? Se podía leer en la entrevista publicada en El Mundo: “En otro momento hubiera saltado. Me da pena porque pierden los públicos. No pretendo estar en todos lados, pero sí en las plazas donde me lo he ganado. Lo que él piense de mí o yo de él, deberíamos decírnoslo cara a cara. Y lo demás, en la plaza. Compitiendo. Con todo tipo de compañeros y ganaderías”.
Eran las primeras declaraciones de un Daniel Luque que se ha mantenido en silencio hasta ahora, un espada que reconoce los errores del pasado, algo que está pagando hoy en día al posicionarse cierto sector en el lado de Andrés Roca Rey. Una polémica que se debería zanjar compitiendo en el ruedo como se hizo siempre en el torero y lo con vetos que lo único que hacen es privar al aficionado de ver aquello que demandan.
En otras épocas no tan lejanas se hubiera zanjado con un mano a mano en Sevilla, Madrid o Bilbao, pero ahora parece que ese malestar por ciertas declaraciones o comportamientos se soluciona no toreando juntos. ¿De verdad hay algo personal?: “Por mi parte no hay nada. A día de hoy, gente de su entorno me envía mensajes de agradecimiento. Incluso su hermano. Lo demás habrá que preguntarle a él, por qué no quiere que esté a su lado en los carteles”.
“Como he metido tanto la pata durante tantos años, no he querido entrar en polémicas. Llevo mucho luchando, pero nunca había visto un veto anunciado así, públicamente. Es un freno, ha sido duro. Estoy preparado para todo” respondía Daniel Luque a Vicente Zabala de la Serna en una entrevista publicada esta misma madrugada en la sección digital de el periódico El Mundo.
Ese veto que se encargó de desmentir Roberto Dominguez, apoderado de Roca Rey, hace unos meses en el programa Clarín de RNE: «Con Daniel Luque hay una cuestión personal, pero profesionalmente no tengo ninguna indicación, ni la hubiera admitido de que Andrés Roca Rey no quiera torear con nadie«. Unas declaraciones -pinchar para leer entrevista completa- que dejaron claro el distanciamiento entre ambos, pero que negaron cualquier tipo de veto de uno hacia el otro pese a llevar más de un año sin encontrarse en un patio de cuadrillas.