JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO /
FOTOGALERÍA: PALOMA AGUILAR
Ángel Otero puso en pie a Madrid. Dos soberbios pares de
banderillas al segundo de la tarde, primero del lote de David Mora, pusieron en
pie a la primera plaza del mundo por su saber estar, su citar de frente y su
clavar en la misma cara del animal, además del desparpajo al abandonar la
suerte. Se rindió Madrid.
Tres intentos hizo el citado Carapuerco segundo de saltar
las tablas hasta que le metió las cuerdas Mario Herrero en una primera vara en
la que le aguantó y una segunda en la que también embistió. Grandioso fue el
par de Otero, cuadrando y clavando en la misma cara y volviéndolo a hacer en un
emocionante tercero poniendo en pie la plaza. Como una bala salió el quinto, el
toro con más peso de todo el encierro. Al relance se le vino al caballo de
Israel de Pedro, quitando por delantales Garrido. Bien clavaron Antoñares y
Tejero ante un buen tranco del animal ante la lidia siempre efectiva de Otero.
Poca fuerza mostró de salida el primero en el capote de
Urdiales, un toro al que le echó bien la vara Manuel Burgos antes de un gran
quite a la verónica del riojano. Lo lidió El Víctor entre los pares de Pirri y
Juan Carlos Tirado. Bella estampa tenía también el cuarto, un animal que no
rompió en los primeros tercios. Lo picó Manuel José Bernal y lo lidió Pirri
entre los pares de El Víctor y Tirado.
El tercero empujó en el caballo de Curro Sanlúcar y bien
parearon Antonio Chacón y Amores. En el
caballo de la puerta se llevó el sexto el primer puyazo.