ENTREVISTA

Manuel Escribano: “El mismo toro no sale para todo el mundo”


viernes 5 febrero, 2016

Después de once años de alternativa, Manuel Escribano debuta esta noche en Medellín sabiendo que, si los toros lo permiten, podrá conquistar a la afición paisa.

Después de once años de alternativa, Manuel Escribano debuta esta noche en Medellín sabiendo que, si los toros lo permiten, podrá conquistar a la afición paisa.

ANDREA LÓPEZ 

Es dueño de unos ojos verdes que no permiten leerlo
muy bien, sin embargo al ir hablando con él, robarle alguna sonrisa y
escucharlo con atención, se descubre con naturalidad.

Había tomado la alternativa en 2004 pero fue el 21
de abril de 2013 cuando su vida profesional tomó el rumbo que había esperado
siempre. Después de intentar entrar en la Feria de Sevilla de ese año sin
lograrlo, lo llamaron para sustituir al Juli tras una cornada dos días antes en
esa misma plaza. Entonces fue el de Gerena quien toreó la corrida de Miura que
cerraba el serial. Dos orejas y puerta grande toreando con la seguridad de
quien está listo para un momento así y sorprendiendo a quienes pudimos
disfrutar de esa tarde. «Para muchos era un desconocido, para los profesionales
no tanto y fue de esas tardes mágicas. De esas que están destinadas para ti
porque fíjate todo lo que tuvo que pasar para que yo estuviera allí pero pude
estar muy bien con ese toro en Sevilla, salir triunfador de la Feria y a partir
de ahí cambió mi vida profesionalmente”
.

Después de esa Feria, Manuel Escribano y Antonio
Nazaré
rompían como las revelaciones de la temporada y todo estaba dado para
que las alegrías siguieran pero la vida es la vida y en septiembre sufrió un
percance que lo tuvo entre la vida y la muerte. A pesar de no verse ninguna
herida, un toro lo había aprisionado contra las tablas y se sentía muy mal. Ese
toro le había partido la vena ilíaca y no pudo volver a torear hasta febrero de
2014. «Cuando mejor estaba ese toro me para y me vuelve a tirar al banquillo,
entonces tuve que venirme arriba y parece que mi vida profesional debe de ser
así. Seguir adelante, superarme cada día porque me ponen con unas corridas que
no son nada fáciles con las que es difícil cortar las orejas pero hay que
machacarse mucho para lograrlo y eso es lo que hago todos los días”
.

Su presentación como novillero con caballos fue en
La Victoria, Venezuela, aunque luego lo hizo oficialmente en Francia. Estos dos
países los considera fundamentales en su carrera porque fue allí donde pudo
torear y mantener la ilusión durante esos nueve años antes de que llegara lo de
Sevilla. «Son los países que me acogieron en los momentos duros. Venezuela me
tuvo en sus ferias durante esos años en los que no tenía nada en España y por
lo menos tenía el aliciente de estar en grandes ferias allí. Eso era a lo que
me agarraba para seguir manteniendo la fe y seguirme sintiendo vivo dentro de
una plaza”
.

Contundente

El año pasado dejó marcado un cambio para la
presente temporada donde podremos ver una renovación en el escalafón. Escribanoconsidera que sus compañeros tienen merecido de sobra ese puesto que se les ha
dado pero también que su posición sigue siendo difícil a pesar de haber
adelantado una buena temporada pues no cualquiera torea casi cincuenta festejos
en un año. «A pesar de que soy casi nuevo porque llevo tres años toreando en
las ferias, cuesta entrar en carteles con las figuras y bueno, eso es el toreo.
Para unos es más fácil que para otros pero si es verdad que el mismo toro no
sale para todo el mundo. Lo digo claramente porque es la realidad. Así estés en
la misma feria no es lo mismo competir toreando lo de Victorino o lo de Adolfo
que con Garcigrande, Cuvillo, Juan Pedro y demás. Cada uno vive sus propias
circunstancias y por eso es que hay que trabajar y exigirse mucho para ir consiguiendo
mejores cosas”
.

Tiene clara su posición en el toreo, la asume, sabe
que incluso en América las cosas no son fáciles porque tampoco aquí torea
ganaderías dulces pero tampoco quiere darle la espalda a lo que se le presenta.«Sé que soy nuevo aquí, que tengo que ganarme las cosas porque soy un torero al
que no le han regalado nada pero es lo que me toca. Lo tengo clarísimo y lo
asumo”
. ¡Pues ole torero! Se agradece escuchar respuestas tan sinceras.

Cuando no está toreando se va a la playa o a la
montaña pues le encantan los deportes de riesgo. «Soy muy inquieto. Lo que más
me gusta es el esquí pero intento hacer surf, kitesurf y también paso mucho
tiempo jugando golf. Todo lo que sea en contacto con la naturaleza y que te
exijan sacar lo mejor de ti me gusta. Finalmente son cosas que tienen algún
símil con mi profesión que es lo más difícil pero que a la vez me activan y por
eso me gustan”
.

Come de todo aunque la comida de su madre no la
cambia por ninguna. Escucha flamenco puro o house dependiendo del momento en el
que se encuentre. Sueña con seguir creciendo como torero. Consiguiendo triunfos
que le den satisfacción y le permitan llegar a lo más alto de su profesión para
competir con los grandes y avanzar porque no se quiere estancar.

Recuerda su infancia con alegría. Acompañaba a su
padre, veterinario, a curar los toros y de ahí nació su afición. «Me encantaba
ir con mi padre a operar un toro, dormirlo, ver cuando despertaba y tener que
salir corriendo. Todas esas cosas fueron las que llevaron a que me entrara la
afición gracias al toro y no viendo a ningún torero”
.

Casi sin darse cuenta empezó a estar en los tentaderos
jugando a torear y de repente estaba vestido de luces tomando la alternativa. La
tauromaquia ganó un torero que por momentos creyó que iba a ser veterinario
pero muy pronto descubrió que eso no era lo suyo.

Asegura no pedir mucho de un toro para lograr
entregarse y torear a gusto. «Con que caminen, no se rajen y vayan para
delante, yo voy dispuesto y sé que puedo encajar bien en la afición porque
tengo un toreo variado que puede gustar a cualquier público. Si el toro me lo
permite puedo tener un toreo más puro para un público exigente así que como
tengo esa capacidad, solo queda esperar que los toros ayuden un poquito”
.

No
tiene supersticiones porque considera que ya suficientes problemas tiene con el
toro como para sumar más. Cercano aunque contundente en sus respuestas, Manuel
Escribano
llega a Medellín decidido a dejar huella en esta ciudad.