Manuel Escribano fue todo corazón en una portagayola de máximo riesgo al primero de Santiago Domecq esta tarde en Sevilla: el astado se le quedó en la espalda y luego hizo hilo hasta las tablas. Así hemos narrado el toro en su conjunto:
El primero de la tarde atendía por “Duquesito”, número 25, de la ganadería de Santiago Domecq, un toro serio y bien hecho que tuvo un comportamiento destacado en los primeros tercios. Lo recibió Manuel Escribano a portagayola con un susto incluido, pues el astado se le quedó en la espalda y luego hizo hilo hasta las tablas. Mostró el de Santigo Domecq buena condición, arrancándose de largo y empujando con verdad en el caballo, donde dejó dos puyazos de categoría a cargo de Juan Francisco Peña. En quites, Perera se lució con unas chicuelinas ajustadas, y Escribano firmó un tercio de banderillas vibrante, especialmente en el último par, ejecutado al quiebro y muy celebrado por el público. La faena de muleta arrancó con varios pases cambiados por la espalda en el centro del ruedo, a los que siguieron tandas por la derecha de notable profundidad, ligazón y temple. El toro, exigente y con mucha seriedad, mantuvo el interés aunque acusó el esfuerzo en la segunda mitad del trasteo. Tras un pinchazo y una estocada entera, el de Gerena escuchó silencio, mientras que el toro fue ovacionado en el arrastre por su entrega, movilidad y bravura.