CAMPO BRAVO

Eugenio Frías, un tesoro bravo que ‘esconde’ la provincia de Ciudad Real: une Gamero Cívico y Domecq


jueves 6 marzo, 2025

Visitamos una vacada con sello propio gracias al trabajo de la familia Frías; pasta en las cercanías del municipio ciudadrealeño de Villamanrique.

Manuel Frias
Varios novillos de la casa y, a la derecha, el ganadero. © Pablo Ramos

Este invierno, este medio se ha trasladado hasta el término municipal de Villamanrique (Ciudad Real) para conocer la vacada de Eugenio Frías, un hierro que tiene su cuartel general en la finca ‘Sabiote’, una explotación ganadera que da cobijo a un tipo de animal que con los años ha conseguido asentarse como un encaste propio gracias al cruce de la rama Gamero-Cívico con sementales de Torrealta.

El agua ha regado esta finca manchega hasta darle un color casi primaveral; aquí los astados viven enterrados en pastos, teniendo comida suficiente para pasar unos meses sin tener que darles complemento con el pienso (no obstante, también se complementa con pienso a las hembras). Distinto es el caso de los utreros que van este año para la plaza; éstos deben estar controlados de cara al remate necesario que exigen las plazas donde van a lidiarse, y el alimentarse únicamente de aquello que da el campo no es bueno para los machos de saca.

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El mes de febrero ha venido cargado de precipitaciones, Eugenio Frías sabe que debe aprovechar cada litro de agua que caiga en la finca tras unos años duros donde ha faltado precisamente esta abundante lluvia que ahora riega ‘Sabiote’. Este medio se citó con un ganadero que tiene la explotación como disfrute y no como obsesión; este veterinario mira con optimismo el futuro de un hierro que ha entrado en los últimos años en los carteles de rejones.

“Todo son etapas y ahora nosotros lidiamos mucho en festejos de rejones. Nuestro toro es un animal pronto y encastado, un ejemplar con temple y duración, las empresas están encantadas con nosotros” explicaba antes de hablar del momento por el que pasa este hierro. “La pandemia nos dio muy fuerte pero supimos recuperarnos. Aquí no hay mucho ganado y eso nos ayudó a no quedarnos con mucho toro en el campo. Gracias a Dios nos mantenemos a flote que es lo importante”.

Una vacada que tiene una camada corta y muy bien seleccionada: “Nunca fuimos una ganadería larga, siempre nos movimos en un número de festejos que podíamos controlar. Para este año tenemos tres novilladas picadas y varios erales para festejos sin caballos. Gracias a Dios está todo vendido y eso es para estar contentos” señalaba a este medio un ganadero que se quejaba de la enorme burocracia que hay por parte de las administraciones y de la Unión Europea.

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Pero, ¿Cuál es el origen de este proyecto ganadero?: “Mira, te cuento. Todo se remonta cuando José del Amo Megarejo -tío de mi bisabuelo- se hace con ganado de Melgarejo y Tordesilla. De ahí pasó a su sobrino Jerónimo Frías y de ahí a sus cuatro hijos entre los cuales estaba mi abuelo. De él pasó a mi padre y luego vine yo” nos explicaba antes de meterse en profundidad con la sangre que compone actualmente la ganadería.

“Después de la guerra civil se recuperó parte del ganado comprando posteriormente reses de Domingo Ortega encaste Parladé. Luego vendrían toros de Samuel Flores de encaste Gamero-Cívico que dotarían a la ganadería de un fenotipo muy particular. Con el paso de los años y viendo como se movía el mercado optamos por comprar dos sementales de sangre Torrealta en los años 90. El primero llevaba el hierro de los Hermanos Vergara y el segundo si era de la ganadería gaditana explicaba un ganadero que no ha llevado ambas líneas por separado.

Se trata de una vacada con un encaste propio, tal y como nos comenta el propio Eugenio: “Aunque en casa hay animales de Gamero Cívico-Parladé-Torrealta la selección que se hizo fue en base al comportamiento en la tienta y en la plaza, amén de un fenotipo muy marcado. Me gusta el toro con prestancia y trapío, ese es el que buscamos en casa desde hace varios lustros, Gracias a Dios lo estamos consiguiendo”.

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Una ganadería no muy larga en cabezas de ganado, algo que ayuda a la hora de salir al mercado: “Nos mantenemos en torno a las 90-100 vacas, tampoco queremos aumentar tal y como está la situación actual. Podríamos abrir algo la mano porque los tentaderos salen muy buenos pero mejor nos mantenemos con este número. Esto lo tenemos por afición, no por otra cosa, yo soy veterinario, vivo de mi trabajo y no de esto” dejó claro Eugenio Frías.

Un tipo de toro muy definido el que buscan en esta casa, ese que en los últimos años ha dado grandes satisfacciones a su ganadero: “Me gusta el toro que se entrega en todos los tercios, ver un animal acudiendo desde la larga distancia al caballo es magnífico. Para mí la entrega de este en el peto es fundamental, luego claro está debe tener la bravura suficiente para embestir por abajo en la muleta. Vinaròs, Mejorada del Campo o Moralzarzal han sido alguna de las plazas donde los animales de la casa han dejado el pabellón bien alto”.

Como nos apuntó antes Eugenio varios empresarios han llamado a su puerta para la lidia de festejos de rejones: “La ganadería está en buen momento los animales están respondiendo en la plaza. Últimamente estamos lidiando mucho de rejones con resultados muy importantes como los obtenidos en Pozuelo de Calatrava en 2024 o Villanueva de la Cañada en 2023” señalaba a este medio.

Pero amén de buscar un toro encastado y con bravura, es fundamental el tema de las hechuras, algo clave para Eugenio: “El toro de Gamero-Cívico es un animal de gran seriedad, un toro con mucho hueso, badanudo y quizás un pelín altito. Con la entrada de los sementales de Torrrealta conseguimos bajar algo su alzada y afinarlo un poco, sinceramente es el toro que a mí personalmente me gusta”.

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FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS