JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO
El
próximo domingo Madrid vivirá una cita especial: los novillos de Pablo Mayoral
serán la materia prima en su ruedo para que tres jóvenes –Gallo de Córdoba,
David de Miranda y Juan Carlos Carballo- hagan el paseo mayor en la primera
plaza del mundo. El hierro santacolomeño es uno de los más esperados en la
capital, por lo que hablamos con una de sus ganaderas, Mara Mayoral.
¿Cómo
os transmitieron la noticia de que iríais a Madrid y qué significa para
vosotros estar en esta plaza con la historia que vuestro hierro trae consigo?
La empresa se puso en contacto con nosotros a
finales del año pasado. Vino a ver la camada que teníamos de novilladas picadas,
vio que había novillos aptos para la plaza de toros de Madrid, hemos ido viendo
cómo han evolucionado y ahora mismo tenemos unos animales que están, creemos,
preparados para poderse lidiar en el mes de abril. A falta de que no pase
ninguna desgracia en los días que nos quedan y podamos pasar los
reconocimientos oportunos, estamos ilusionados.
¿Cómo
es la novillada? Y, sobre todo, cómo vais a mantener la integridad del encaste
Santa Coloma, a veces va fuera de tipo en muchas plazas que exigen una gran
presencia, ¿cómo habéis podido salvar este rescoldo, ¿cómo es la novillada y
sobre todo cómo se adecúa al animal que pide Madrid?
La novillada la hemos ido preparando desde el
año pasado, porque nosotros vamos progresivamente adelantando a los animales.
Nuestro tipo de toro es muy agradecido y remata y tiene muy buenas hechuras. A
mí evidentemente me gusta el toro que vaya con el prototipo y las hechuras de
nuestra casa y del encaste de Santa Coloma. Es la obsesión que yo podía tener
como responsable de la ganadería: que no fuéramos con un toro que estuviera
fuera de tipo porque, por lo menos, debe ir en la fisionomía que tenemos más
confianza. Al final lo hemos podido lograr a falta de llegar al primer
reconocimiento. Están en peso, están rematados y la preparación ha sido muy
progresiva.
¿Es un
reto ser ganadero rentable de Santa Coloma hoy día?
Esto va por modas. Ha habido muchos años en
los que no se han tenido en cuenta ciertos encastes. No estábamos valorados,
pero ha llegado un punto en la afición –que es la que manda- en la que empieza
a reclamar algún tipo de animal, sin desmerecer a ningún encaste porque todos
son importantes y todos tienen que permanecer en el campo. Sí que es verdad que
en el camino se han quedado muchas ganaderías con encastes que tenían mucho
interés y desgraciadamente hemos perdido. Espero que estemos a tiempo de
recuperar ciertos encastes y ganaderías que puedan tener un interés para la
afición de aquí al futuro.
Respecto
a esa terna que hará el paseíllo con vuestros novillos el próximo domingo, ya
habéis tenido un tentadero en vuestra casa con los jóvenes, ¿cómo los veis en
cuanto a preparación y qué significa que esos jóvenes vayan a matar el encierro
de Pablo Mayoral en Las Ventas?
Concertamos un tentadero para el cartel de Madrid.
Creo que es importante que tuvieran una toma de contacto con la forma de
embestir de nuestra ganadería, aunque ya sabemos que en vaca y toro el tranco
es distinto. Pudieron conocer las actitudes y cómo resolver y desarrollar ante
el comportamiento del encaste. Los vi con mucha ilusión, son tres toreros con
corte distinto. Gallo de Córdoba tiene pellizco, a David de Miranda le vi muy
preparado y Carballo es un torero que llega mucho al tendido y que tiene mucho
pundonor. Ellos van con la misma ilusión que nosotros, y si todo rueda bien y
el tiempo nos acompaña creo que puede ser una buena tarde para todos. Pero
dependemos de muchas cosas y si nos falla un factor, no saldrá todo bien. Pero
tenemos ilusión y creemos que nosotros también hemos trabajado y hemos
realizado todo lo que estaba en nuestra mano para poder ir a Madrid.
Respecto
al futuro más inmediato de esta ganadería después de ir a Madrid, supongo que
será seguir rodándoos en novilladas para irrumpir con corridas de toros más
adelante, ¿no?
Efectivamente. Esta ganadería, hace quince
años, era de camada larga, herrando doscientos machos. Ahora estamos en torno a
los ochenta porque queremos seguir manteniendo nuestro mercado, que es el que
nos ha mantenido, que son los festejos menores. De ahí nuestra buena relación
con todas las escuelas taurinas y toda la cuna del toreo. Los hemos conocido
desde niños y tenemos intención de seguir trabajando y, poco a poco, podremos
ir dejando alguna novillada picada más y, dependiendo de cómo venga el futuro,
dejar alguna corrida. Pero de inmediato es difícil.