Se encerraba Marco Pérez, para despedirse de novillero, este viernes en Las Ventas con un histórico No Hay Billetes, el décimo de la Feria de San Isidro. Se lidiaban novillos de Fuente Ymbro y El Freixo en un festejo de máxima expectación.
Su precocidad, su intuición y las condiciones que se le han atisbado desde que irrumpió en este mundo, con apenas siete años, eran los puntos a favor de una tarde en la que hay aficionados que lo esperaban con ilusión, otros con expectación y luego los escépticos del “a ver si es verdad”, que el torero ha tratado de convencer.